POR CARMEN MATOS
Con el objetivo de cambiar la percepción de la población sobre la vida en las cárceles y asegurar que los reclusos tengan mayores oportunidades de vida cuando cumplan sus penas,  la Procuraduría General de la República organizó una exposición con los  artículos que confeccionan los internos  de los centros penitenciarios del país.

Cuadros enmarcados, piezas de artesanía, muebles tapizados, butacas escolares, prendas de vestir, carteras y hasta un ataúd son sólo algunas de las creaciones que forman parte de la primera exposición de internos  que se clausura hoy.

La muestra, que incluye además inversores, desinfectantes y  productos de belleza, se exhibe desde el pasado lunes en la recepción del edificio del Palacio de Justicia del Centro de los Héroes.

Internos de los centros penales de Najayo Mujeres y Hombres de San Cristóbal, Puerto Plata, Mao, Salcedo, Barahona, La Victoria, Monte Plata, Baní, El Seibo y Rafey Mujeres y Hombres de Santiago demostraron las capacidades que han desarrollado producto de los programas de ebanistería, bordados, pintura, automotriz, entre otros, que desde el año 2005 están disponibles en nueve de los 37 recintos existentes.

Los reclusos reciben  capacitación técnica del Instituto Nacional de Formación Técnico Profesional (INFOTEP), así como de los maestros de formación primaria y secundaria que envía la Secretaría de Educación, a la vez ponen de manifiesto  sus experiencias y conocimientos  previos llegando incluso a ofrecer  algunos de los talleres.

 Quienes se inclinan por la fabricación de prendas de vestir, reciben la asesoría gratuita del reconocido diseñador dominicano Jorge Diep, que les asiste en las fases de diseño y confección.

 Los materiales para todos los programas son donados por la administración de los centros y personas desinteresadas, pero en su mayoría son productos reciclados, incluyendo fundas plásticas con las que hacen gorros, carteras, trajes de baño y hasta un imponente vestido de novia.

El nuevo modelo penitenciario  supone la capacitación  de los internos en  distintas disciplinas como una forma de garantizar su reinserción al mercado laboral.

“Busca que las  personas que han delinquido, sean devueltas a la sociedad como un producto nuevo y digno”, agregó Gladys Checo, asistente del Procurador General de la República en el Área Financiera y Administrativa.

La exposición, dijo, es una iniciativa que crea en los internos un compromiso de seguirse preparando para responder a una posible “clientela” cuando cumplan sus penas.

Manifestó que aún dentro de los centros, los internos comercializan mercancías con los visitantes y entre ellos mismos, pero como está prohibida la circulación de dinero en efectivo,  la administración  lo canjea en cupones.

En ese sentido, dijo que próximamente los reclusos podrán ahorrar las ganancias de sus ventas en cuentas de ahorros a las que ellos y sus familiares pueden acceder cuando cumplan sus penas. La estrategia que aún está en proyecto, ofrecerá una mayor seguridad para la reforma y reinserción.

 El nuevo sistema penitenciario, para el cual el gobierno ha invertido unos RD$100 millones, surgió de la preocupación de la opinión pública ante las críticas condiciones de vida de las personas privadas de libertad.