Hoy 
RAIMUNDO TIRADO
Vamos a aprovechar este artículo para referirnos al tremendo problema que le crea a la ciudadanía la recogida de basura en las horas de mayor circulación de vehículos en la ciudad de Santo Domingo, Distrito Nacional.
Roberto Salcedo debe poner suma atención a esta situación, porque, independientemente de que la basura sea recogida por el Ayuntamiento del Distrito Nacional, o por compañías privadas que trabajan mediante contrato, el problema a la larga recae sobre las autoridades edilicias, y mayormente sobre el Síndico del Distrito Nacional.
Nosotros fuimos funcionarios del ADN en la sindicatura del doctor José Francisco Peña Gómez, y recordamos que siempre se evitaba ocupar las horas pico en la recogida de basura por las avenidas de mayor tránsito, por respeto a la ciudadanía. Además de que no hay derecho a jugar con el tiempo de la gente.
La lógica elemental indica que debe haber una planificación adecuada de la recogida de los desechos sólidos que tome en cuenta el tránsito vehicular, y si las compañías contratadas para el caso no lo hacen, el Ayuntamiento del Distrito Nacional está en la obligación de exigirlo, ya que la responsabilidad final es de las autoridades municipales.
Nosotros casi todos los días somos víctimas de un tapón provocado por los camiones que recogen la basura en horas de la mañana (de 7 a 8 AM) por la avenida Juan María Lora Fernández, antigua Avenida de los Ríos, donde el tránsito aumenta grandemente debido a que los residentes de esa demarcación salen durante ese lapso a cumplir con sus obligaciones de trabajo, o a llevar sus hijos a la escuela, como es nuestro caso.
La odisea que todos pasamos es enorme, y nos imaginamos los improperios que proferirán contra el síndico Roberto Salcedo todos los conductores y dueños de vehículos que pierden su tiempo en el tapón de la avenida Lora Fernández.
Esa misma situación extendida a toda la ciudad capital, enerva los ánimos de las personas, y las hace comenzar su día, amargándose la vida, y con la posibilidad de llegar tarde al cumplimiento de sus respectivos compromisos.
Ese ingrediente se suma a la ola de sinsabores que la ciudadanía tiene que soportar en un país donde no se da un servicio permanente de energía eléctrica y la gente se levanta de mal humor después de una noche de calor y mosquitos, donde ya nadie se siente seguro debido a la delincuencia imperante, y donde el servicio de agua potable es sumamente precario.
A lo anterior se agrega la falta de circulante, el aumento de los precios de los bienes y servicios no obstante que la prima del dólar ha mantenido la estabilidad, y el aumento del precio de los combustibles a pesar de que el costo del petróleo ha bajado a nivel internacional.
Por todo ese ambiente de angustia y sufrimiento que soportamos, donde las autoridades públicas tienen la máxima responsabilidad, a veces nos preguntamos cómo es que los dominicanos tenemos tanta capacidad de aguante, pero cuidado que la desesperación va creando una bomba de tiempo que puede detonar con cualquier movimiento.
Es por eso que le decimos al Síndico del Distrito Nacional que le quite presión a la bomba, que planifique bien con las compañías recolectoras el asunto de la recogida de basura. Que disponga, como en otros tiempos, que esa labor mayormente se realice en horario nocturno, donde el tránsito está más despejado, y toda la ciudad capital se lo agradecerá.
