POR AMARILIS CASTRO
En el país existen pocas  empresas dedicadas a la recolección de aceites comestibles y lubricantes automotrices usados para luego venderlos a otras compañías que  los procesan y   utilizan  como combustibles, según datos ofrecidos.

Los aceites comestibles usados  son recolectados en hoteles, restaurantes, negocios de comida rápida y  fábricas de picaderas para  después ser convertidos a biodiesel. Sin embargo, los esfuerzos para obtener los nombres de las personas o empresas que se dedican a esta actividad no fueron fructíferos.

    Según una fuente,   en la ciudad de Puerto Plata existe una compañía dedicada a esta práctica con  uso comercial, mientras que en algunas industrias del país lo hacen para uso propio.  

Un estudio realizado por el  Instituto de Innovación en Biotecnología e Industria (IIBI) determinó que  “la cuantificación de  encuestas a nivel nacional arrojó un valor global de 2.72 millones de galones anuales de aceite consumido, con una producción de aceite residual ascendente a de 1.15 millones de galones que pueden ser convertidos en biodiesel”.

La investigación  “Diagnóstico de la oferta de materiales oleaginosos susceptibles de ser convertidos en biodiesel” fue realizada por el IIBI con el patrocinio del Consejo Nacional de Competitividad.

Según el estudio “la cantidad  mencionada anteriormente, convertido a biodiesel, no es un  aporte realmente significativo desde el punto de vista energético.  Sin embargo, lo es desde el punto de vista ambiental,  ya que estos son materiales contaminantes del medio acuoso”. 

Con relación a la reutilización de  lubricantes de carros  usados, se averiguó que muchos talleres automotrices guardan los aceites que son cambiados en esos centros y después  son vendidos a empresas que los procesan, siendo estos    deshitratados y utilizados como generadores de energías.     Sin embargo esta actividad no es beneficiosa para el medio ambiente, ya que los residuos de estos aceites, luego de quemados afectan al medio ambiente por sus efectos contaminantes, sostuvo Víctor Castro, presidente de Premium y Compañía.

  Resaltó que la mejor opción es recoger esos aceites usados y regenerarlos como lo hacen en países desarrollados para poder ser utilizados nuevamente.

Citó el ejemplo de Japón, en donde el gobierno está consciente de que estos aceites usados no deben ser ni quemados ni rederramados, entonces incentiva a cierto tipo de empresas a restaurarlos para un nuevo uso.

 Dijo que esta actividad puede ser rentable  en los actuales momentos por  los  altos precios  que tiene el petróleo. Por ello, dijo que  es el Gobierno dominicano  que debe subsidiar esta actividad, la cual traería ahorros económicos y beneficios al medio ambiente.