Volvieron los días de frío y las bajas temperaturas. El rostro es la parte del cuerpo que más lo sufre, la más sensible y se expresa en tirantez, irritación, sequedad y deshidratación.
El brusco cambio climático, el viento, la calefacción de los ambientes y la excesiva contaminación ambiental generan que la piel esté llena de partículas que la manchan y ensucian a la vez que tapan los poros e impiden la respiración y la entrada de oxígeno.
Limpieza
Una vez que termina la rutina del día, se sugiere dedicar un rato al cuidado de la piel, sobre todo del rostro. Desmaquillarse es uno de los primeros pasos, por más que no se utilice ninguna base ni labial.
Para las pieles grasas una buena elección son los desmaquillantes a base de agua; si es seca, a base de aceite exceptuando los ojos que tiene que ser de agua.
El agua micelar es un producto que revolucionó las tendencias en beauty gracias a las partículas micelares que limpian la piel de forma eficaz y evitan la irritación, atrayendo la grasa e impurezas y, a su vez, eliminándolas de la piel instantáneamente.
Además, repele la humedad para dejar una piel hidratada, retira el maquillaje, alisa y previene irritaciones y la piel luce más sedosa.
Hidratación
Para tener la piel hidratada lo ideal es comer bien y tomar muchos líquidos, como aplicar cremas hidratantes en cuerpo y rostro.
Una piel que se encuentra deshidratada es aquella que carece de lípidos y de agua de manera pasajera.
Se trata de un estado cutáneo que puede afectar a todos los tipos de pieles -de secas a grasas- y que deja un aspecto estriado y rugoso.
Por lo tanto si esto sucede el primer paso es la aplicación previa de algún serúm especializado para la piel.
Un método efectivo y con recetas caseras son las mascarillas de aloe vera, tiene un gran efecto hidratante y tratan el acné, aportan vitaminas y retrasan la aparición de indeseadas arrugas.
Su aplicación consta en abrir la hoja, retirar el gel y ponerlo en la heladera para luego aplicarlo directo en el rostro, dejar actuar 15 minutos y enjuagar con abundante agua.
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Preparar la piel
Para la temporada de invierno la piel se reseca por el frío, las bases de maquillaje más recomendadas para afrontar esta época son las líquidas y en crema ya que contienen aceites que darán un efecto de tener una piel sana e hidratada.
Con las que son en crema, cuando se sale a la calle se obtiene una gran protección como una segunda piel; para las pieles grasas las mejores son las oil free, para esconder la grasitud.
Para qué sirve la exfoliación: para eliminar las células muertas que también funcionan como una barrera protectora que impiden que exista una regeneración en las capas inferiores.
No hay que abusar de ellas en invierno ni tampoco en verano ya que la piel está vulnerable y puede sentir los cambios de temperatura.
Una de las mascarillas exfoliantes que actualmente se encuentran siendo la it del momento y todas las marcas lo agregaron a su lista de productos es la arcilla verde, ideal para las pieles sensibles por su textura suave y solo elimina la capa superficial de la dermis, no daña el tejido, tiene la capacidad de absorver las sustancias tóxicas: La arcilla verde es depurativa, regenerativa y cicatrizante.
Su preparación consiste en diluirla con aceite de oliva y que quede una mezcla espesa, se aplica con movimientos circulares sobre la piel que se desea exfoliar, actuar por unos minutos y retirarla con agua tibia. Para después del retiro lo mejor es aplicar una crema humectante de yogur natural o leche.
La duración del maquillaje
La duración del make up en invierno es más extenso ya que la piel no transpira y el frío ayuda a mantenerlo en su lugar, pero con la ayuda de bases matte y polvo traslúcido evita cualquier brillo y efecto grasoso en el rostro.
Una buena opción es la aplicación de un factor de protector solar antes de la base de color con un mínimo de 15, ya que aportan nutrientes que la piel necesita porque los rayos solares.
Los labios, los más sensibles se queman, se descaman, sangran y están deshidratados y para ellos el cuidado es extremo y fundamental.
Se recomienda utilizar durante todo el año, no solo en la época de más frío, labiales que tengan protección solar o los clásicos de manteca de cacao.