Recomendaciones para tener una casa segura

Recomendaciones para tener una casa segura

A menudo se producen pequeños accidentes domésticos que causan cuantiosos daños y perjuicios a quienes los sufren. En ocasiones son incidentes fortuitos que se originan por un mantenimiento inadecuado y, muchas veces, por simples descuidos o típicos errores de la vida cotidiana. Pero además de trastornos y preocupaciones, crean costos innecesarios.

Sin duda, la mayoría de estas situaciones y sus incómodas consecuencias son evitables. Para limitar al máximo esas circunstancias es fundamental desarrollar unas medidas de precaución. Por ejemplo, para una buena conservación de la estructura y la fachada de la vivienda conviene:

Protegerse de la humedad producida directamente por la lluvia o fugas de agua mediante un mantenimiento acorde con las condiciones de diseño.

Usar correctamente las instalaciones.

Evitar la humedad debida a condensaciones con una buena ventilación de los espacios.

Si se observan fallos en la estructura, como deformaciones, fisuras o grietas, oxidaciones y degradaciones del material, lo mejor es ponerlo en conocimiento de un técnico cualificado.

Procurar que el agua de riego no rebose porque puede dañar la pared y oxidar los hierros de los balcones.

Eliminar los excrementos de pájaros, porque producen acidez que destruye los acabados.

Sobre las cubiertas:

Las cubiertas deben mantenerse limpias y sin hierbas, especialmente los canales de desagüe.

No hay que apoyar nada sobre ellas ni almacenar materiales, muebles, etc.

No andar por las zonas no transitables y menos por los tejados en pendiente.

La sujeción de antenas y equipos de climatización no deben afectar su impermeabilidad.

Sobre las cargas:

Poner los muebles pesados o que contienen materiales pesados, como armarios y librerías cerca de columnas, pilares o paredes de carga.

Cuando se observen grietas o curvaturas en suelos o techos debe reducirse el peso de las zonas afectadas y solicitar la inspección de un especialista.

PUERTAS Y VENTANAS

Los cierres de puertas y ventanas deben engrasarse periódicamente.

Los canales y agujeros de salida de agua han de mantenerse limpios.

Procure no dar golpes fuertes al abrir y cerrar las hojas.

Si dan al exterior, ventanas y puertas deben ajustar bien para impedir la entrada de agua.

Cuando estén pintadas o barnizadas, habrá que observar periódicamente la posible existencia de deterioros y repararlos, ya que la vida de estos materiales es limitada.

Los cerrojos y otros sistemas de seguridad deberán ser sometidos a inspecciones periódicas, para asegurarse de que estén funcionando correctamente.

Publicaciones Relacionadas

Más leídas