La bióloga Gladys Rosado sugirió la formulación de planes de contingencia, asentamientos en zonas seguras, proyectos agropecuarios y turísticos de acuerdo a la nueva realidad en torno al lago Enriquillo.

Señaló que es necesario diseñar una ruta de evacuación en la zona del lago, ya que el crecimiento parece indetenible y se deben evitar tragedias como la ríada del río Blanco en Jimaní, en la que murieron decenas de personas.

En cuanto a los nuevos proyectos de producción, sugirió la captura de nuevas especies que han aparecido, como la jaiba calimete.

Rosado ofreció estas declaraciones durante su participación en el simposio Situación del lago Enriquillo: impactos y perspectivas de solución, celebrado en la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD).

La bióloga reiteró algunas de las posibles causas del desbordamiento del lago, como: el cambio climático, el deterioro de las estructuras de riego, que no permite controlar las aguas superficiales como antes.

Asimismo, planteó la posibilidad de actividad sísmica que haya afectado las rocas del subsuelo y permita nuevos flujos subterráneos de agua.

Sustentó esta parte en que reservorios de agua cercanos -como La Zurza y la Furnia- han aumentado su nivel, justo después del terremoto de Haití ocurrido en enero de 2010.

De su lado, el economista Joaquín Díaz advirtió que la mayoría de las aproximadamente 2,000 familias que residen en las cercanías del lago Enriquillo pueden caer en la indigencia, porque se trata de una zona con altos niveles de pobreza previo al crecimiento de ese lago.

Recordó que desde antes de las inundaciones ya la situación de inseguridad alimentaría y nutricional en el 2009 era muy alta (37%), pues los hogares con dificultad de acceso a una fuente de ingresos y alimentos eran 30 por ciento y un 43 porciento tenía acceso limitado.

La capacidad de los agricultores para producir alimentos para sus familias ya era reducida, lo cual se agravaba por el aumento de precios de los alimentos (327%) con respecto a los precios de 2000, indicó.

Díaz consideró que las acciones e inversiones anunciadas para auxilio de los pobladores de la zona son insuficientes, y estimó que se requieren unos RD$3,000 millones en un plan de inversión de tres años en soluciones de viviendas, viales, productivas, y distribución de alimentos por un año.

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Dinámica

Luis Cuevas, técnico del Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos (Indrhi), expuso que la crecida del lago inició en el 2004, cuando la región de la Hoya de Enriquillo empezó a recibir precipitaciones por encima de los valores medios. Reveló que en los últimos siete años, en la región se han recibido hasta más de 800 milímetros, cuando la media histórica era de 350 milímetros. Dijo que esa situación también se evidencia en el lago Azuei o Sumatre.