Reconocen a Corripio y a Melba de Grullón

Reconocen a Corripio y a Melba de Grullón

POR FERNANDO QUIROZ
El empresario José Luis Corripio (Pepín) dijo anoche ante decenas de jóvenes, al recomendar una serie de consejos para tener éxito empresarial, que el negocio que él no entiende en diez o quince minutos, no lo hace.

Corripio habló al ser reconocido junto a Melba Segura de Grullón por la Asociación de Jóvenes Emprendedores Dominicanos (AJEDO), que preside David Collado Morales.

La señora Segura de Grullón entiende que el galardón recae en la institución Sur Futuro, que preside, por todo el empeño en la unidad por construir con trabajo, solidaridad y amor un porvenir promisorio para la empobrecida región sur del país.

Al recibir el galardón Corripio lo dedicó a su padre don Manuel Corripio García, recientemente fallecido. Don Manuel, expresó, no solo fue su padre, sino maestro, amigo y compañero, quien le entrenó y enseñó la mayor parte de lo que él pudo aprender en su vida empresarial y personal.

Además, dijo, que recibía la distinción en nombre de su esposa e hijos.

«Lo recibo, también, y en una forma muy importante, a nombre de los casi 8,000 empleados actuales, y de los muchos anteriores, unos vivos, otros fallecidos, pensionados, otros retirados, que con su colaboración han hecho posible que este reconocimiento sea una realidad hoy», agregó Corripio. 

El presidente de AJEDO, organización AJEDO fundada hace 18 meses, resaltó que Corripio es un icono empresarial dominicano y un ejemplo de esfuerzo y dedicación. Mientras que consideró que la señora Segura de Grullón es una mujer innovadora y profundamente comprometida con una labor social, respetuosa de los pobres. 

El empresario Corripio estuvo acompañado de su esposa Ana María Alonso, así como de sus hijos Manuel y José Alfredo Corripio Alonso.

Al acto, en el salón Caonabo del hotel Santo Domingo, asistieron los dirigentes políticos Peggy Cabral y Víctor Gómez Bergés. También, los presidentes de la juventud de los partidos Revolucionario Dominicano (PRD), Tony Peña Guaba, y del Reformista Social Cristiano (PRSC), Víctor Gómez Casanova. En el sector empresarial no hay éxito posible si no existen las condiciones de voluntad de trabajar hasta la extenuación, insistió Corripio.

Al esbozar parte de su acumulación de experiencias, hizo hincapié en que el éxito se logra cuando se establece un negocio, se desarrolla y se mantiene.

CONSEJOS

Corripio advierte que cuando a un empresario le proponen un negocio debe tener la habilidad de saber de lo que se trata antes de llegar a acuerdos, pues si el único que lo entiende es el proponente, entonces la otra parte corre un riesgo grave. 

«No voy a decir más cosas porque uno no puede decir todo lo que sabe, sería un problema», dijo entre risas el empresario Corripio al término de su disertación.

«BAJO TIROS»

El empresario debe tener fe tener en el futuro del país, para que su negocios prosperen.

Los mejores y más oportuno negocios que recuerde, su familia los hizo bajo tiros en plena revolución de abril del año 1965. «Adquirimos y establecimos tres o cuatro negocios e industrias nuevas. Creímos en la República Dominicana, sabíamos que el país no se iba a suicidar, que seguiría hacia delante», recordó.

Corripio dijo explicó razones de por qué empresarios analfabetos tienen éxitos y otros ilustrados fracasan.

«Consiste en que la persona en el sector empresarial, como en cualquier otro sector de la vida, tiene que querer, amar y sentir dentro por intuición aquello que hace. Aquel que para descubrir todo lo que tiene que hacer busca un libro tiene la mitad de la carrera perdida», afirmó Corripio.   

Hay que presentir lo que está correcto, lo que procede, el sentido de la oportunidad y el dominio del detalle, también recomendó.

«Hay que aprender el manejo de la naturaleza humana, de cómo piensa el interlocutor en una transacción o un negocio, pues muchas veces en las mismas conversaciones uno descubre que va por el camino equivocado y hay que tener la percepción para cambiar la tónica de la conversación porque de lo contrario va al derrotero del fracaso», expresa.

TENER VOLUNTAD

En los negocios, insistió, hay que tener voluntad incansable, constante.

«Tanto es así, que a veces malos negocios se convierten en buenos porque al tener esa voluntad de permanencia hace que el competidor se canse y le deje el campo libre al que está equivocado», añadió Corripio, tras indicar que esa experiencia la ha vivido. 

Además, advirtió que los empresarios tienen que tener cuidado con los estudios económicos, pues sus resultados deben coincidir con la percepción personal del negocio. «Las palabras se manipulan, pero las realidades no se cambian fácil». 

Tiene como experiencia que cuando en los análisis de cualquier negocio se habla de diez posibilidades buenas que ocurran y dos malas, siempre las malas ocurren primero, y las otras da brega que se ocurren.

Muchos fracasos, cree, son hijos del entusiasmo excesivo, incontrolado y falta de un sentido prudente y de pensar que es lo que puede ocurrir que «no le guste a uno». 

DEUDAS

Corripio aconsejó no endeudarse demasiado. «No cojan dinero prestado más allá de lo prudente, porque lo único seguro son los intereses que hay que pagar y no se sabe si los ingresos van a ser iguales».

A veces es mejor, dijo, crecer con un moderado endeudamiento y no aceleradamente con un grueso de endeudamiento que puede llevar a un colapso en un momento de una crisis o de falta de estabilidad económica.

HONESTIDAD

En el campo que los jóvenes empresarios menos competencia van a tener es en la honestidad y seriedad. Llamó a cumplir con las obligaciones.

«Es más duradera la fama del éxito y del triunfo cuando una persona llega a su edad avanzada y no le pueden echar en cara falta de honestidad, seriedad». Con ello ganan confianza con las personas que negocian. 

Publicaciones Relacionadas

Más leídas