Los partidos políticos , inclusive el PLD en el poder, la sociedad civil, en la versión de los poderes fácticos han incurrido en el lamentable lapsus de no reconocer los valiosos servicios que ha aportado a nuestra sociedad la embajadora de Estados Unidos en nuestro país, señora Robin Bernstein, por suministrar al Departamento de Estado informes continuados del escenario político vernáculo.
Conforme a esos reiterados informes del porfiado y cerril escenario político nuestro en que el presidente Danilo Medina intentó reelegirse por segunda vez irrespetando la Carta Magna para un exclusivo propósito egoísta sin considerar las gravísimas repercusiones ulteriores que semejante despropósito causaría, la embajadora Bernstein mantuvo todo el tiempo enterado a su gobierno de las consecuencias de esa perturbadora infeliz iniciativa.
Fue consecuencia de esos veraces como responsables informes a su cancillería que la embajadora Bernstein consiguió accionar las alarmas por las cuales el secretario de Estado, Mike Pompeo, llamó al presidente Medina manifestándole la preocupación del presidente Donald Trump por el proyecto reeleccionista y las repercusiones que el gobernante norteamericano entendía podrían generar, que resultaron determinantes para detener en seco la perturbadora ocurrencia de vulnerar la Carta Magna.
Resulta que EEUU confronta como nunca problemas geopolíticos en su traspatio, el Caribe que como nadie reseñaron Germán Arciniegas y Juan Bosch en dos monumentales obras.
Los informes de la embajadora Bernstein de las consecuencias derivadas impredecibles de la reelección, recordaron al Departamento de Estado abril l965, en que los sucesos desencadenados sorprendieron a su misión diplomática, lo que Bernstein alertó no repetir.
Gratitud no expresada y merecida, que consigno aquí.