Reconocimiento a la  JAD, al PNUD y al CESDEM: ¿Y ahora qué?

Reconocimiento a la  JAD, al PNUD y al CESDEM: ¿Y ahora qué?

JOSÉ LOIS MALKUN
Todas tienen su sello distintivo pero unas y otras se complementan. El del PNUD, es un estudio sobre el grado de empoderamiento individual, social y político como factores que limitan el desarrollo del país. El de la JAD es un plan de acción encaminado a enfrentar la crisis alimentaría.

Y CESDEM ofrece, como lo hace cada cuatro años con apoyo de la USAID, una fotografía ampliada de los acuciantes problemas demográficos y de salud que afectan a la población.

Estas iniciativas están respaldadas por el aval de prestigiosos profesionales dominicanos y de los organismos que la patrocinan, lo que obliga a los soñadores de la concertación a tomarlas seriamente en cuenta. En el estudio del PNUD está Miguel Ceara Hatton.  En CESDEM, como de costumbre, Maritza Molina Achecar, y en el sector agropecuario, José Ramón Peralta, de la JAD; Benito Ferreira, del ISA, y Juan José Espinal, del CEDAF.

Ahora bien, ¿tendrán estos valiosos aportes algún valor para concertar? Lo dudo. Por ejemplo, en el sector agropecuario se han presentado cientos de estudios, planes y estrategias que nunca se han tomado en cuenta y simplemente porque las estructuras institucionales existentes no lo permiten. Aquí persiste un serio problema de empoderamiento que debe previamente resolverse.

Lo más trágico de todo es oír al Presidente Fernández, después de seis días teorizando en la FAO, que consiguió apoyo en España para construir otro Metro en la capital y un tren rápido que conecte Santo Domingo y Santiago, pero nada de cómo enfrentar la crisis alimentaría y el deterioro de nuestra agricultura. Por favor Presidente,  ¿y para qué fue a Roma?

Lo que ha hecho el PNUD es poner de manifiesto, y con suficiente sustentación, algo que muchos ya sabíamos pero cuya magnitud no había sido sustentada por un método de análisis científico. Sin embargo, no es la primera vez que rigurosos estudios de similares características han sido tirados a la basura por las autoridades y olvidados con el paso del tiempo.

Quizás la crisis mundial haga cambiar las cosas pero de nuevo me pregunto: ¿Hará el gobierno un harakiri institucional para ceder poder sacrificando sus metas políticas? ¿O sacrificará sus nuevos Metros o su cuarta reforma fiscal en carpeta, para concertar? Lo dudo, salvo que no haya una crisis de gobernabilidad que presione ese cambio. Porque mientras la sociedad respalde por mayoría, ya sea con su voto, su silencio o su indiferencia, el saqueo y despilfarros de los fondos públicos o las arbitrariedades jurídicas, institucionales, sociales y políticas que se comenten desde el poder, no hay solución posible a este problema. 

Finalmente, la encuestas del CESDEN,  utilizada en el estudio del PNUD, no ha cambiado mucho las cosas, aunque se viene realizando desde el 1986 ¿Cambiará algo lo que muestra esta última encuesta? Excepto por la riqueza de la información, también lo dudo, porque no existe el empoderamiento necesario en el sector salud, donde casi todo empeora.

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