La visita de una delegación del gobierno de Honduras, encabezada por la ministra asesora de Comunicaciones, María Andrea Matamoros, constituye un acto de reconocimiento a la política comunicacional del Estado dominicano.
Esa funcionaria fue recibida en el Palacio Nacional por el portavoz del gobierno, Lic. Roberto Rodríguez Marchena, ideólogo en cierta medida de ese exitoso modelo de comunicación.
La comunicación oficial se ha fundamentado en las políticas públicas del gobierno del presidente Danilo Medina, que inciden significativamente en el mejoramiento de la calidad de vida de la gente.
Publicaciones sistemáticas de inauguraciones de obras públicas, tales como escuelas, hospitales, estancias infantiles, servicios de transporte que incluyen el teleférico, 9-11, segunda línea del metro de Santo Domingo, Visitas Sorpresas, tanda extendida, reforestación, República Digital y otras campañas, han servido de soporte a esa reconocida política de comunicación.
El hecho de que otros países quieran reproducir ese modelo y en el caso particular Honduras confirma el emblemático proverbio de que nadie es profeta en su tierra, pero al mismo tiempo evidencia el talento, capacidad y creatividad del equipo que acompaña al Lic. Rodríguez Marchena.
No es que Rodríguez Marchena sea una especie de genio de la mercadología, sino que ha sabido interpretar el contenido social de las políticas públicas del gobierno.
Al margen de las legítimas y críticas que realizan los sectores de oposición y grupos independientes, el éxito de la política de comunicación gubernamental es visible, y por ello los elogios de la funcionaria de Honduras, deben ser recibidos con humildad por sus anfitriones dominicanos.