Reconstruyen rostros víctimas de violencia

Reconstruyen rostros víctimas de violencia

POR A. ORTIZ GÓMEZ
Alrededor de 14,000 rostros de personas asaltadas y atacadas fueron reconstruidos en el departamento de Cirugía Maxilofacial del hospital Darío Contreras en los pasados seis meses. El doctor Ramón Pichardo, jefe de ese departamento, dijo que estas son cifras alarmantes y la cantidad de pacientes desbordan ya la capacidad de los médicos para atenderlos.

Además, Pichardo advirtió que estas cifras son también un indicativo del nivel de violencia que se registra en la sociedad y advirtió a las autoridades que se debe elaborar una estrategia para contener esa agresividad que afecta a los dominicanos.

De enero a junio del 2005, dijo el doctor Pichardo, se han atendido 13,951 pacientes con deformaciones en el rostro por los golpes. “Para los médicos constituye una cifra muy elevada,” advirtió.

Esta violencia, indicó el doctor Pichardo, alcanza por igual a hombres, mujeres, niños y ancianos, “a personas de todas las edades”.

«El problema es que tenemos muchas precariedades de material gastable, insumos, equipos, todo eso a pesar del esfuerzo que hacen las autoridades», manifestó.

«En este departamento recibimos 2,325 personas con variadas formas de violencia en el rostro, pero muchos vienen por trompadas, golpes con objetos contundentes, armas blanca y de fuego», indicó Pichardo.

Es alarmante, dijo, el número de personas que recibe el hospital con el rostro deformado por las más variadas formas de violencia. De los sectores más pobres de la ciudad, indicó, llegan los más numerosos casos de violencia doméstica, sobre todo entre jóvenes y bandas en disputa.

Explicó que son frecuentes casos de personas que reciben botellazos y puñetazos, pero se ha incrementado el número de agresiones por heridas de cuchillos, machetes, navajas y con armas de fuego.

Aclaró que el trabajo que principalmente hacen no es una cirugía estética para mejorar el rostro, sino una forma de curarlos primero para salvarles la vida y luego, en la medida en que se recuperan,  se buscará la manera de mejorar su imagen.

Advirtió que esta labor de reconstrucción de rostros se realiza en medio de precariedades porque el hospital carece de equipos especializados.

El departamento está permanentemente lleno y los pacientes que no pueden atender por razones de espacio o especialidad los remiten a otros departamentos como los de Cirugía Plástica u Oftalmología.

Son frecuentes, indicó, las fracturas de mandíbulas, de nariz y del maxilar superior y golpes con fracturas en la frente.

LA CARENCIA

Pichardo indicó que reconstruir los rostros de las personas que han sido agredidas es una labor complicada y prolongada, de mucho cuidado, y los once médicos residentes y los ayudantes que tiene no alcanzan, ni tienen equipos suficientes para trabajar.

«Necesitamos un poco más de recursos. Queremos que se nos termine de construir el área, aunque no sabemos si es verdad que van a trasladar este centro a otra zona», manifestó el doctor Pichardo.

También necesitan, explicó, un equipo de radiografía panorámica de forma que se pueda observar la mandíbula y otros órganos lesionados.

Publicaciones Relacionadas