Hay un episodio del gobierno del Prof. Juan Bosch raramente mencionado, relacionado con la decisión tomada durante la Era de Trujillo, cuando el país recurrió  por primera vez a solicitar en 1959 un Acuerdo de Contingencia (Stand-By) al FMI por unos US$11.2 millones, debido a la fuga de capitales que enfrentaba el país y la situación crítica de balanza de pagos.  Fue Don Juan quien saldó en 1963 esa deuda con el Fondo Monetario Internacional.

Entre 1958–1961 la balanza comercial del país tenía un saldo positivo, pero la balanza de pagos era negativa, las importaciones cayeron de US$134 millones en 1958 a US$90 millones en 1960 y un mayor descenso en 1961, cayendo a US$72 millones, además de la fuga de capitales y un bajo nivel de reservas internacionales en el Banco Central.   En ese contexto se creó una Junta Coordinadora de Importaciones y Exportadoras.

La crisis adquirió tal magnitud que mediante el Decreto No. 5479 del 24 de enero de 1961, Trujillo se hizo nombrar Presidente de los Bancos del Estado.

Fue en ese contexto, luego que el país fuese sancionado por la OEA, en San José de Costa Rica, que el Gobierno de los EEUU embargó el 35% de un embarque de azúcar de República Dominicana por un valor de US$22,750.000, los cuales fueron descongelados cuando, después de las elecciones democráticas de 1962, Don Juan Bosch ganó las elecciones, y de ahí, que una de las decisiones más importantes como Presidente de la República, en el área financiera, fue saldar la deuda del país con el FMI, heredada del gobierno de Trujillo.

Asimismo, otra decisión en el área económica de gran importancia para el país fue la decisión de Don Juan, aprovechando el estudio contratado por el BID con CIPES de México, el cual entregó el 27 de abril de 1962 al BID la versión final de su estudio ¨Evaluación Preliminar para el Desarrollo Eléctrico y Potencial de Irrigación de República Dominicana¨, de viajar a Europa para gestionar el financiamiento de la Presa de Tavera, llegando a firmar el contrato para ejecutar ese proyecto con la Overseas Int., Ltd., el cual posteriormente fue rescindido, financiamiento ese que comprendería la represa y el acueducto para Santo Domingo.

Tuve el placer y honor de cultivar la amistad con Don Juan desde 1962, gracias a Bolívar Valdez, y luego, en los años 1966– 1969 en París, Francia, cuando él viajaba frecuentemente a dicha ciudad desde Benidorm, España, como en nuestro país, cuando tuve el placer de enviar a todas las bibliotecas de la RD, cuando ocupé las funciones de Administrador General del Banco de Reservas, una colección de todos sus libros.

Antes de irse a Benidorm, en 1966, Don Juan le recomendó al Dr. Balaguer no devaluar, pasase lo que pasase en el país. 

Siempre recordaré el trato cordial y caballeroso que me dispensó Don Juan a lo largo de los años de amistad.