Recordando a María Montez en el 113 aniversario de su nacimiento

Recordando a María Montez en el 113 aniversario de su nacimiento

María Montez

La eximia actriz dominicana nació el 6 de junio de 1912 en la ciudad de Barahona. Emigró a Estados Unidos a los 27 años con la meta de ser una estrella de cine

La actriz dominicana María Montez (1912-1951) nace un día como hoy. Por su exitosa incursión en el cine es recordada como la “Reina del Tecnicolor”, por los aportes a la entonces novedosa técnica, que se atribuyen a los filmes que protagonizó la eximia actriz nacional, en los años 40 en Hollywood.

Montez fue una de las primeras estrellas latinoamericanas de los «años dorados» de Hollywood. Pese a ello “sigue siendo una auténtica desconocida para muchos de sus compatriotas”.

Sin lugar a dudas uno de los más valiosos logros de la Montez fue haber allanado el camino a otras actrices de este subcontinente que aspiraban a lograr ser reconocidas como tales en la meca del cine. Así se consigna pormenorizadamente en la obra “María Montez: Su Vida”, de la autoría de quien suscribe.

La diva nacional, bautizada como María África Gracia Vidal, vio la luz el 6 de junio de 1912 en la ciudad de Barahona, en el suroeste dominicano, allí forjó su carácter y su imponente y escultural figura que le valió el título de la “Sirena de Hollywood”, y allí sigue viva en el corazón de sus compueblanos después de 113 años de su nacimiento.

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Ella nació para brillar”. Llegó a Nueva York el 3 de julio de 1939 con un solo propósito: convertirse en estrella de cine. Y no tardó en lograrlo.

La vida le sonrió en breve tiempo, y muy pocos años después la dominicana ya era considerada, en aquella época, la figura latinoamericana más importante del séptimo arte en Hollywood. Así lo destaca George Hadley García, en su obra “Hispanic Hollywood”.

“Eres la chica que quiero para mis proyectos”, le dijo el “cazatalentos” americano Budy Da Silva al verla bailar una contagiosa rumba. A partir de ahí su vida cambió, aunque su consolidación como estrella de cine llegó con la película “Arabian Nights” (1942), de Universal Pictures, dirigida por John Rawlins.

Tras este éxito, la actriz actuó en una serie de películas rodadas en tecnicolor “de corte aventurero” (o también calificado como “cine de evasión, muy popular entonces) de la Universal Pictures, como lo fueron “La salvaje blanca” (1943), dirigida por Arthur Lubin, “La reina de cobra” (1944), dirigida por Robert Siodmak, y “Sudán” (1945), dirigida por John Rawlins, entre otras.

La filmografía de María Montez está compuesta por 26 películas (21 estadounidenses y 5 europeas, 2 francesas y 3 italianas), pero su trayectoria profesional incluye, además la obra de teatro “L’Ille Heuresse” (La Isla Feliz), presentada con éxito en París, y otras capitales europeas, donde la muerte le sorprendió el 7 de septiembre de 1951, “al parecer, de un ataque al corazón” mientras tomaba un baño en una tina a 45 grados celsius, con sales, para conservar su extraordinaria figura.

María Montez era poseedora de una exótica belleza, entre cuyos atributos se encontraba una tonalidad de piel «ligeramente dorada» que armonizaba muy bien con el tecnicolor, y era particularmente fotogénica.

La Montez, hija de un comerciante y vicecónsul honorario de España en Barahona, el nacional de ese país Isidoro Gracia García y la banileja Regla Teresa María Vidal Recio, se casó en primeras nupcias en 1932 con William McFeeters, gerente del National City Bank of New York en Barahona y en segundas nupcias en 1943 con el destacado actor francés Jean-Pierre Aumont, con quien procreó a Tina, que siguió los pasos de sus padres.

En el año 2007, el entonces presidente dominicano, Leonel Fernández, reconoció de manera póstuma a la actriz con la «Medalla al Mérito» otorgada por el Gobierno en ocasión del «Día internacional de la Mujer».

Además de las múltiples calles que existen en el país con el nombre de la Montez, la terminal aérea de su ciudad natal fue inaugurada el 27 de abril de 1996 por el ya fallecido gobernante Joaquín Balaguer como “Aeropuerto Internacional María Montez”.

En 1943, cuando filmaba “Gypsy Wildcat”, el dictador dominicano Rafael Leónidas Trujillo la condecoró con la Orden de Juan Pablo Duarte en el Grado de Oficial y la Orden de Trujillo en el mismo grado, cuya ceremonia se llegó a cabo en el consulado dominicano en Los Ángeles, donde la precitada condecoración fue impuesta por Flor de Oro Trujillo, hija del dictador en cuestión.

María Montez ha sido objeto de obras de teatro, películas y documentales que serán tratados en un artículo posterior.

La belleza exótica de María Montez.