Recordando a Sánchez, el patricio

Recordando a Sánchez, el patricio

Se cumplieron ayer 199 años del nacimiento de Francisco del Rosario Sánchez, miembro de la tríada patriótica responsable de convertirnos, gracias a sus tenaces empeños patrióticos, en una nación libre y soberana. Fue un hecho único en el continente al tratarse del logro de la independencia de otra nación vecina. Haití era incompatible en creencias, lengua y propósitos con el proyecto, sentir e historia de los dominicanos. Hasta hoy.
Los padres de Sánchez eran de la raza negra. Con la ocupación haitiana se habían borrado los prejuicios sociales por el color. Aunque nació en medio de una gran pobreza, su formación, temple e inquietudes le llevaron a descollar entre la juventud dominicana de los años 30 del siglo XIX. Conoció a Duarte en una etapa posterior a julio 16 de 1838 y se adhirió a la sociedad secreta La Trinitaria, que ya estaba en intensas labores proselitistas procurando la adhesión de decenas de jóvenes. Todos compartían la convicción de separarse de Haití.
Duarte lo hizo uno de sus colaboradores imprescindibles. Reconoció sus habilidades y capacidad, como lo demostró en los meses ya próximos al golpe separatista, estando Duarte y Mella en el exilio.. Se hizo cargo del movimiento y hasta se dice que redactó el manifiesto de la Separación que se le entregó a Tomás Bobadilla. Este luchaba por un protectorado francés, no abogaba por la separación pura y simple, pero hizo la redacción final del manifiesto que sería conocido al día siguiente del trabucazo de Mella y el izamiento de la bandera por Sánchez en la puerta del Conde.
Con Duarte exiliado, Sánchez pudo mantener la compactación del movimiento. Hizo correr el rumor de que había fallecido a causa de una enfermedad y pudo continuar en sus tareas organizativas, que por su capacidad y preparación, supo organizar el núcleo separatista. Resistió las presiones del grupo que aparentemente apoyaba la separación, pero tenían sus objetivos de buscar el protectorado francés para protegerse de los haitianos. Estos contaban con fuerzas militares poderosas y superiores a las dominicanas.
Las milicias dominicanas entrenadas eran las de los dos regimientos que formaban parte del ejército de ocupación haitiano. La nación que nacía independiente carecía de fuerzas militares formales y tan solo contaban con la voluntad de ser libres y expulsar a quienes habían amarrado la libertad del dominicano. Así, ese espíritu indomable del dominicano ha sabido manifestarse en las ocasiones que la Patria lo ha necesitado.
Después de haber sido exiliado por Santana en 1844, Sánchez regresó al país por la amnistía decretada por el presidente de la ocasión Manuel Jiménez, en 1848. Se integró a la vida productiva laborando como jurista en los tribunales y enrolándose en las actividades burocráticas tanto en los gobiernos de Pedro Santana como en el de Buenaventura Báez, en la década de los 50 del siglo XIX. De esa manera, llevada a cabo la independencia se encontró cerca de sus antiguos adversarios, hasta vislumbró los propósitos anexionistas de Santana, en 1857.
La destacada participación de Sánchez en la gesta independentista y en el campo del Derecho, puede atribuirse en buena medida a la intensa formación moral que recibió en la década de 1830 del padre peruano Gaspar Hernández. Este fue un furibundo anti haitiano y le inculcó a sus alumnos, la mayoría miembros de La Trinitaria, los grandes valores cívicos y patrióticos. No hay dudas que las enseñanzas del padre Hernández sirvieron de incentivo para que en la noche del 27 de Febrero y amanecer del día 28, Sánchez izara el primer pabellón tricolor y exclamara públicamente que había nacido una nueva república en el hemisferio americano.
La trayectoria de Sánchez en su vida romántica fue de una actividad bastante notable. Él sostuvo relaciones con unas cinco mujeres reconocidas con las cuales procreó seis hijos, dos varones y cuatro hembras, y algunos de sus descendientes fueron también hombres públicos al servicio de los gobiernos dominicanos del siglo XIX.
1861 fue el año trágico en la vida de Sánchez cuando al venir desde Haití para combatir a Santana, a los españoles y a la Anexión, cayó en una emboscada. Detenido en El Cercado, fue juzgado y fusilado en San Juan. Hoy se le venera como uno de los heroicos Padres de la Patria.

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