Después de tres décadas de la férrea dictadura encabezada por Rafael Leónidas Trujillo, el 20 de diciembre del año 1962, República Dominicana acude a sus primeras elecciones democráticas en la cual el profesor Juan Bosch alcanza cerca del 60 por ciento de la votación, obteniendo el triunfo en más del 80 por ciento de los municipios existentes entonces.
El profesor Juan Bosch asume la Presidencia de la República el 27 de febrero del año 1963 y un mes después, como muestra de que sabía a qué había llegado al poder, proclama una nueva modificación a la Constitución dominicana, en la cual establece sus avanzados principios económicos, políticos y sociales.
Esta revolucionaria Constitución contempló derechos de los obreros a las ganancias de las empresas en las cuales laboran, del mismo modo consagró avances progresistas en materia de otros derechos laborales. Esta Carta Magna se centró en la protección y respeto a la dignidad humana, así como promover un nuevo orden económico y social que elimine los obstáculos que impedían a los dominicanos disfrutar plenamente de un clima de igualdad y libertad.
Al analizar el programa de gobierno que el presidente Bosch tenía propuesto aplicar a partir del 27 de febrero de 1963, tenemos que admitir que lo perpetrado el 25 de septiembre de ese mismo año no se trató tan sólo de un golpe de Estado, sino más bien una estocada mortal a la rehabilitada democracia, que retrasó al menos medio siglo de desarrollo en la nación.
Sin embargo, ese episodio triste de la historia reciente dominicana no impidió que don Juan continuara promoviendo la construcción de una sociedad más justa y es así como el 15 de diciembre del año 1973 funda el Partido de la Liberación Dominicana, con el sagrado propósito de completar la obra de nuestros padres fundadores de la patria, labor que aún está pendiente por realizar y al cual no debe renunciar esa organización política.