Juan Carlos y Sofía llegaron a Australia en su barco y durante su travesía oficial de tres días por el país oceánico, y tras su paso por Nueva Zelanda, la pareja real navegó por la historia, cultura y economía australiana… y han estrechado relaciones en cada puerto acercando una y otro nación.
Canberra fue el primer destino, allí el primer ministro, Kevin Rudds, ofreció una recepción en honor de los Reyes. Tras las intervenciones del mandatario y del líder de la oposición, Malcolm Turnbull, el soberano pronunció en el Parlamento unas palabras, en las que expresó su pesar por los incendios de Victoria y las inundaciones de Queensland. Mientras el rey Juan Carlos repasó los estrechos lazos que unen a ambas naciones, tanto en misiones internacionales, como a nivel económico y empresarial. Siguieron las coordenadas de su agenda oficial y pararon en Sydney, donde inauguraron el centro del Instituto Cervantes, el primero en Oceanía. Un elemento capital de su visita de Estado.
Siguieron otros mares distintos de los idiomáticos y llegaron hasta el Centro de Patrimonio Naval de la Base de la Marina australiana de Garden Island, donde contemplaron un histórico cañón que perteneció a la Corona Española y donde tuvieron noticias de los contratos de adquisición de destructores antiaéreos y buques anfibios de la empresa española Navantia por parte de la Armada australiana. Un tesoro para la industria naval española y para sus trabajadores que, en los últimos años, han flotado a la deriva de la crisis, y un orgullo para el Rey, como capitán de España.