Recortan subvenciones a la ONU

Recortan subvenciones a la ONU

WASHINGTON (AFP) – La Cámara de Representantes aprobó este viernes un proyecto que privaría a la ONU del 50% de las subvenciones de Estados Unidos, en medio de una pugna sobre las reformas del organismo internacional, pero la iniciativa es rechazada por el gobierno de George W. Bush, que privilegia un enfoque más diplomático.

La propuesta fue apoyada por 221 votos contra 184, a pesar de la oposición expresada por la administración del presidente George W. Bush a una sanción financiera automática a la ONU.

«Llegó la hora de decir ‘basta'», declaró el presidente del comité de Relaciones Exteriores Henry Hyde al presentar el proyecto. «Las amonestaciones no harán santos de los pecadores, las resoluciones de desaprobación no serán leídas, los plazos extensibles y las sugerencias serán ignoradas: se necesita medidas más persuasivas», argumentó.

Pese a la oposición de la administración, el proyecto goza de un apoyo importante entre los congresistas del Partido Republicano de Bush, que no perdonan a la ONU haber negado apoyo a la invasión a Irak, y aprovechan la ocasión para enumerar los problemas de la organización internacional.

«En los últimos años hemos visto un flujo contínuo de informaciones sobre la mala gestión, la corrupción y los abusos en las operaciones de la ONU», declaró este viernes la congresista por Florida Katherine Harris.

Estas críticas no son disputadas por la oposición demócrata: «la cuestión no es si se debe reformar la ONU, sino cómo reformarla», declaró el número dos de la oposición Steny Hoyer.

Pero paradojalmente, los demócratas se acercan a las posiciones del gobierno, solicitando que el bloqueo de fondos no se decida automáticamente, sino que sea resorte del secretario de Estado.

«Está en nuestro interés pagar nuestra cuota parte», declaró Hoyer, quien afirma que el proyecto en debate impediría a Estados Unidos apoyar cualquier misión de mantenimiento de la paz.

Washington acumuló en los años 90 importantes cuotas impagas a la ONU, pero la administración Bush las había saldado poco después de los atentados del 11 de setiembre de 2001 en Nueva York y Washington, con el objetivo confeso de lograr un mayor apoyo de la comunidad internacional en la lucha antiterrorista.

Si el proyecto de ley fuera aprobado, el Congreso bloquearía el pago de unos 220 millones de dólares a la ONU hasta que sean instrumentadas unas 40 reformas preconizadas por congresistas estadounidenses.

Es «inaceptable» que el Congreso solicite al gobierno el congelamiento de 50% de las subvenciones estadounidenses para el presupuesto general de la ONU, estimó el secretario de Estado adjunto para Asuntos Políticos, Nicholas Burns.

La iniciativa ya fue condenada por ocho ex embajadores estadounidenses ante la ONU, republicanos y demócratas, que han publicado avisos a toda página para exponer su posición.

«Reformar Naciones Unidas es un buen objetivo. Bloquear los fondos que le adeudamos es un método erróneo. La última vez que acumuló deudas con la ONU, Estados Unidos se aisló de sus aliados e hizo la diplomacia casi imposible», argumentaron los diplomáticos en una carta abierta publicada el martes pasado.

Este debate sobre la adopción de reformas en la ONU se desarrolla paralelamente a otro: el de la controvertida nominación del embajador de Estados Unidos ante la organización, que ha llevado a que el puesto continúe vacante desde hace cinco meses.

La designación del resistido «halcón» John Bolton, con quien el gobierno cuenta para impulsar los vientos de cambio en la organización internacional, será sometida a confirmación en otra votación del Senado el lunes, pero la oposición demócrata se declara decidida a bloquearla nuevamente.

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