Recorte de presupuesto provocará cierre 149 torres de control

Recorte de presupuesto provocará cierre 149 torres de control

SALISBURY, ESTADOS UNIDOS. AFP.  Para sus detractores, nada es más ilustrativo del carácter «estúpido» de la austeridad generalizada que se está imponiendo en Estados Unidos que el cierre previsto de la torre de control del pequeño aeropuerto regional de Salisbury, en los alrededores de Baltimore, sobre la costa este.

 En 1999, el condado local invirtió unos 640.000 dólares para agregar una torre a este aeródromo utilizado por pilotos aficionados, aviones militares y algunos vuelos de US Airways. Desde entonces, la Administración Federal de la Aviación (FAA) paga los sueldos de los controladores aéreos, como sucede en otros numerosos aeropuertos.

 Pero la FAA se ve hoy obligada a ahorrar unos 600 millones de dólares antes de setiembre de 2013, a raíz de los recortes presupuestarios automáticos votados por el Congreso y promulgados por el presidente Barack Obama.

   El viernes último, el gobierno anunció que 149 torres de control privadas, de un total de 251, serán clausuradas a partir del 7 de abril, a las que se sumarán otras 49 administradas directamente por la FAA, con lo que 38% de las torres existentes en aeropuertos no cruciales, como el de Salisbury, dejarán de funcionar.   El director del aeropuerto de Salisbury, Robert Bryant, sostuvo que un piloto bien formado debe ser capaz de aterrizar en cualquier aeropuerto sin recurrir a la ayuda de una torre, pero reconoció también que los controladores aéreos tienen una función de directores de orquesta, consistente en separar los aviones entre aquellos que despegan y aquellos que aterrizan y evitar que entren en colisión unos con otros.  

Al no disponer de una torre para asistirlos, los pilotos de los distintos aparatos «serán responsables de comunicarse entre ellos utilizando la misma frecuencia de radio, y hablarse para indicarse sus posiciones y sus planes. Esperemos que todo el mundo se coloque en la misma frecuencia», dijo Bryant.  «Cuando hay vuelos comerciales, aviones militares, mucho tráfico, nos hace falta un par de ojos adicionales», dice.

Publicaciones Relacionadas

Más leídas