Washington. De los Servicios de Hoy.  El reto más inmediato del presidente Barack Obama será poner fin al «abismo fiscal», una mezcla de aumentos de impuestos y recortes de gastos que restarán 600,000 millones a la economía a finales de 2012 si el Congreso estadounidense no llega antes a algún acuerdo.

“Si echamos un vistazo a las primeras estimaciones, el ajuste fiscal automático que entraría en vigor a partir del próximo 1 de enero de 2013 implicaría una subida impositiva de entre 1,438 y 3,560 dólares anuales, para buena parte de la población norteamericana”, plantea José Luis de Haro en un trabajo que publica en El Economista.com.

Advierten que esto amenaza “no sólo con descarrilar la recuperación económica en EEUU, impulsada durante los dos últimos trimestres por el consumo de sus ciudadanos, sino que dispararía de nuevo la tasa de paro por encima del 10%”.

Según el Centro de Política Fiscal de la Brookings Institution, un individuo que ingrese entre 30,000 y 40,000 dólares al año debería pagar una media de US$1,438  más en impuestos, mientras que aquellos que ingresen entre  100,000 y 200,000 dólares deberían sumar hasta US$6,383  a sus declaraciones de la renta.

Desde Goldman Sachs asumen ya que los recortes de impuestos sobre los ingresos de las rentas más altas expirará a finales de año.

Estos tendría valor aproximado de US$56,000 millones  en los presupuestos de 2013. Con este escenario base por montera, los expertos del banco han rebajado la previsión de crecimiento del PIB del último trimestre de 2012 hasta el 1.5 desde el 1.9% previo.