Rectificación pertinente

Rectificación pertinente

La partida reservada para el Ministerio de  Educación en el proyecto de presupuesto del 2011 está muy por debajo de lo que necesitaría esa cartera para desarrollar sus planes y mejorar la capacitación y los sueldos de maestros.

A pesar de que lo aconsejable es invertir en Educación un 4% del PIB, en 2011 la asignación para este renglón  estará en 1.98% del  PIB. Respetando diferencias, es ilustrativo señalar que para el año próximo Argentina había proyectado invertir un 6% de su producto interno en Educación y decidió aumentar ese impulso a 6.47%.

Aquí, en 2011 la enseñanza tendrá una asignación tan baja -en términos absolutos- como la de 1990, y habría que ver a cuánto descendería en términos relativos, si comparásemos los costos de entonces con los actuales.

Ni siquiera el déficit presupuestario proyectado para el año que viene justificaría esta insuficiencia. Educación recibirá un aumento de más de cuatro mil millones sobre el presupuesto en ejecución, pero la asignación se queda corta por razones ya explicadas.

Uno de  los factores que aconsejan mejorar la inversión en Educación para 2011 y más allá es  la enorme deuda acumulada, pues nunca se ha invertido lo suficiente en este renglón.

El Poder Ejecutivo o el Congreso deberían tomar decisiones al respecto.

El difícil combate contra el narco

La frecuencia conque se detectan casos de personal militar y policial involucrado en transacciones de drogas, “tumbes” y crímenes conexos, permite apreciar el grado de complicación de la guerra contra este problema.

La infiltración de ámbitos de autoridad es cada vez más evidente y obliga a poner la mira sobre los mecanismos de supervisión militar y policial.

La capacidad de interdicción debe funcionar tanto hacia afuera como hacia dentro, y ser capaz de prevenir la  infiltración y contrarrestarla a tiempo.

Se han cometido crímenes horrendos en los que miembros de la autoridad han tenido participación de primer orden. El caso Paya es un ejemplo.

Ahora se investiga al coronel jefe antinarcóticos de Santiago acerca de presunta participación en un “tumbe” en el que también estarían implicados un sargento y un cabo. Aterra pensar en los casos similares no detectados a tiempo.

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