El rector de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), Porfirio García Fernández, demandó ayer de las autoridades una solución a los problemas de las interrupciones del servicio de electricidad y actuar contra quienes mantienen y se han beneficiado de la situación en detrimento de la población.

«Arrastramos desde hace unos 40 años un mal que puede decirse constituye un monumento a la ineficiencia de agentes financieros y políticos históricamente involucrados en el mismo. Me refiero al grave problema de las interrupciones de la energía eléctrica», expresó.

Llamó a todas las fuerzas vivas del país, banqueros, empresarios, comerciantes, intelectuales, religiosos, asociaciones, partidos políticos, sindicatos a sentarse en la mesa del diálogo para detener la peligrosa espiral descendente que arropa el aparato económico productivo nacional, amenazando peligrosamente la estabilidad macroeconómica y empujando a transitar el camino hacia la desintegración como nación y sociedad civilizada.

Al encabezar la investidura ordinaria de 1,331 nuevos profesionales en diferentes áreas con motivo de conmemorarse un aniversario de la gesta del 14 de Junio de 1959, dijo que tenían que superar a corto plazo grandes dificultades en materia económica y social.

Exhortó a los actuales gobernantes y al gobierno que asume el próximo 16 de agosto a elaborar y aprobar para el país un proyecto cuyo objetivo sea la nación dominicana, fundamentado en una verdadera vocación de servicio y de austeridad.

García Fernández dijo que la percepción de la sociedad sobre la corrupción pública y privada, la delincuencia, el tráfico y consumo de drogas, la prostitución y actos reñidos con los más sanos valores éticos de la dominicanidad conforman un conjunto de problemas que han ido dejando un largo surco de impotencia y desesperación.

Manifestó que en el aspecto económica en el país se vive una coyuntura delicada, la situación internacional en lo referente a los precios del petróleo y sus derivados afectan extraordinariamente.

La crisis de una parte importante del sistema bancario y la política de rescate empleada, dijo, han tenido un impacto demoledor en las actividades productivas de la Nación.

Consideró que la depreciación de la moneda, la inflación, el desempleo, la carga de la deuda pública y privada, así como el deterioro de los salarios e ingresos reales de los dominicanos han gravitado en los últimos meses para aumentar la pobreza de buena parte de la población.