Rector UASD: el país está abrumado por  la delincuencia y la  corrupción

<P>Rector UASD: el país está abrumado por  la delincuencia y la  corrupción</P>

El profesor Mateo Aquino Febrillet también citó como males la inseguridad y el narco.

El rector de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), Mateo Aquino Febrillet, declaró que a la República Dominicana no la  invade un ejército militar, pero en cambio,  languidece abrumada por la delincuencia, la corrupción, la inseguridad y el narcotráfico.

En la conmemoración ayer de la Batalla del 19 de Marzo, con una ofrenda floral  realizada en la sede de la UASD,  Aquino Febrillet  hizo un llamado a la  reflexión a las nuevas generaciones. Dijo  que deben detenerse a valorar el ejemplo de aquellos patriotas, a quienes no les tembló el pulso para salvar la nacionalidad, convirtiéndose en instrumentos idóneos al servicio de la República.

De su lado, el maestro Álvaro Caamaño, en representación de la Escuela de Historia y Antropología, puntualizó que la Batalla del 19 de Marzo, en Azua, sirvió para ratificar la República independiente, que fue proclamada el 27 de febrero del mismo año en Santo Domingo.

Al narrar la historia de cómo ocurrieron los hechos, Caamaño dijo que el propio Presidente de Haití encabezó la embestida a los dominicanos con unos 30 mil hombres, entre quienes ocho mil fueron dirigidos por Charles Hérard Ainé.

La Batalla del 19 de Marzo de 1844 fue la primera que se hizo en defensa de la independencia dominicana, cuyas tropas fueron dirigidas por el general Pedro Santana.

En la actividad estuvieron, además, los vicerrectores Administrativo y de Extensión; el secretario general, los decanos de las facultades de Humanidades, Ciencias Económicas y Sociales; Artes, así como directores departamentales y de escuelas, profesores, estudiantes y   empleados.

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Salvar la nación

 En la conmemoración ayer de la Batalla del 19 de Marzo, el rector de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), Mateo   Aquino Febrillet,  hizo un llamado a la  reflexión a las nuevas generaciones a que deben detenerse a valorar el ejemplo de aquellos patriotas, a quienes no les tembló el pulso para salvar la nacionalidad, convirtiéndose en instrumentos idóneos al servicio de la República.

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