POR MARIEN ARISTY CAPITAN
El rector de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), Roberto Reyna, afirmó que no es posible convocar a un claustro mayor presencial puesto que en la academia no existe esa figura. Lo que sí hay es un claustro mayor pero resultaría muy difícil convocarlo de manera presencial  puesto que está compuesto por más de cuatro mil personas.

Eso es lo que reclama un grupo de profesores que, una vez iniciado el semestre, advirtieron que habría problemas si Reyna no convoca el claustro. Detrás de todo esto, asegura el rector, lo que se esconde es la intención de hacerle daño y de llevar intranquilidad a la familia universitaria.

En cuanto a la situación de las finanzas de la academia, “Eso es materia del Consejo Universo pero si en algún caso hay una violación en la que hay responsabilidad del rector o de un vicerrector, el estatuto dice que el proceso es otro. Y lo que debe hacerse es cursar una acusación formal contra el rector o el vicerrector y llevarla al Consejo Universitario para que el Consejo instrumente el expediente”.

El que eso no se haya hecho hasta el momento, sostiene Reyna, tiene una explicación: en la universidad no existe ninguna situación extraordinaria, ni algún problema ni nada.

Lo que sí hay, advierte, es una intención de manipular al profesorado. “Desde el viernes al mediodía hasta acá yo he recibido más de 200 comunicaciones de gente que dice que en ningún caso firmaron ese documento y esa convocatoria, que asistieron a una reunión hace un mes en la que se firmaba asistencia pero nada más. A ellos los pusieron ahí pero no comparten eso”.

Ese uso impropio de los nombres y firmas de los profesores, subraya Reyna, ha generado disgusto en muchos uasdianos.

Respecto a las acusaciones anónimas que se le han hecho, Reyna indica que todo eso será visto por el Consejo. Ahora bien, el Consejo debe valorarlas  en su justa dimensión.

“Una persona no puede decir que en la universidad hay botellas, lo que tiene que decir es cuál es la botella y entonces el Consejo la llama a capítulo, busca a los responsables de la designación y verifica cuál es la situación”.

El asunto de las botellas, por demás,  a Reyna le suena a disparate: él, que se pasa el día entero trabajando, asegura que nunca le pagaría a una gente que no haga absolutamente nada.

La prueba de su integridad, dice Reyna, se encuentra en las sesiones del Consejo: durante año y medio ha tomado las medidas administrativas que se necesitan para mejorar la universidad.

Aunque reconoce que puede haber dificultades en el transcurso de su gestión, Reyna indicó que su labor es encarar dichas dificultades. Y eso es, precisa el rector, es lo que él ha estado haciendo.

El mejor ejemplo de ello, dice Reyna, es que desde que llegó solicitó una auditoría de la situación financiera de la universidad. Posteriormente, ya en su gestión, se descubrieron problemas en la administración del Economato, a lo que él respondió cancelando y sometiendo a la justicia a los responsables.

Otra muestra más de su actuación es que él ha mantenido al contralor y casi a todo el resto del personal financiero que encontró en la institución.

Finalmente Reyna manifestó que nunca como ahora en la UASD se habían aplicado mecanismos tan transparentes y apegados al estatuto orgánico, tal como la celebración de concursos públicos para las compras o para el nombramiento de personal. Además de ello, tiene publicada la nómina en Internet.