Hoy 
POR GERMAN MARTE
Al cumplirse 32 años del asesinato del periodista Gregorio García Castro (Goyito), familiares, amigos y miembros del Colegio Dominicano de Periodistas (CDP) reiteraron ayer su reclamo de que se castigue a los culpables del crimen.
Tras depositar una ofrenda floral en el lugar donde cayó abatido el entonces jefe de redacción del vespertino Ultima Hora, Enrique García Frómeta, hijo de Goyito, solicitó de la Suprema Corte de Justicia que revise la sentencia del 20 de octubre de 1980 mediante la cual quedaron en libertad los dos autores materiales del asesinato del periodista la noche del 28 de marzo de 1973.
Indicó que Milton de la Cruz Lemus y José Rafael Pérez Pereyra andan sueltos «en virtud de una sentencia clandestina, dictada irregularmente en 1980». Dijo que los implicados en la muerte de su padre fueron dejados en libertad sin que se constituyera un tribunal, sin un juicio público, oral y contradictorio y sin notificar a las partes
Indicó que en virtud de lo que disponen los artículos 305 y 306 del antiguo Código de Procedimiento Criminal solicitarían ante los tribunales que se revise la sentencia que dejó en libertad a los culpables de la muerte de su padre que aún quedan vivos (el teniente Juan María Arias Sánchez, otro de los implicados en este y otros crímenes, murió en la cárcel La Victoria).
«Sabemos que viene de sectores militares de la época del doctor Joaquín Balaguer», expresó García Frómeta tras lo cual señaló que el caso de su padre está actualmente en un limbo jurídico.
Además de García Frómeta, al lugar donde cayó abatido Goyito acudieron a rendirle tributo los principales dirigentes del CDP, amigos del fenecido periodista y estudiantes de comunicación.
Luego de depositar la ofrenda floral, García Frómeta y el presidente del CDP, Héctor Luzón se dirigieron a la SCJ a depositar la instancia solicitando la revisión del caso.
El asesinato de Gregorio García Castro se produjo a las 9:20 minutos de la noche del sábado 28 de marzo de 1973. Momentos antes de ser acribillado en la calle Mercedes, casi esquina José Reyes, García Castro recibió una llamada de alguien conocido quien le pidió que saliera del periódico Ultima Hora.
