Los campesinos de San Vicente, en La Culebra, provincia El Seibo, se plantaron ayer frente al Palacio Nacional, debido que a tres años de haber sido desalojados de más de 20 mil tareas en la comunidad las autoridades no han devuelto los predios.

Una comisión que entró a la Presidencia salió luego sin ninguna esperanza, ya que quienes los recibieron aplicaron una táctica dilatoria y exigencias de documentos que hace tiempo depositaron en el Instituto Agrario Dominicano (IAD).
Mujeres y hombres de todas las edades llegaron temprano al frente de la casa presidencial, desde La Culebra, vociferando consignas y pancartas en alto reclamando la tierra que según afirman les arrebató el terrateniente cubano Pedro Guillermo Barona en 2018 en complicidad con autoridades de la pasada gestión de gobierno.

Juan Mercedes, presidente de la Unión de Productores Agropecuarios de las Provincias del El Seibo y Hato Mayor, mamá Tingó (UPASHAMAT), manifestó que 500 campesinos quedaron sin el sustento de sus familias a raíz del desalojo que los dejó a la intemperie y que la pasada gestión no hizo absolutamente nada por recuperar los predios.

Informó que hace ocho meses el presidente Luis Abinader se comprometió en Hato Mayor, a que resolvería el problema de los campesinos, pero hasta ahora no cuentan con ninguna respuesta, por lo que decidieron plantarse frente al Palacio para demostrar que existen.

Recuerda que el abogado del Estado de entonces se prestó para dar orden de desalojo sin medir las consecuencias, por lo que en la zona fueron derribados plantaciones de cacaos, café, maíz, aguacate, yuca, yautía y otros rubros de los que vivían las familias.

“El mismo presidente de la República nos dijo en Hato Mayor del Rey, que el caso de los Peregrinos estaba resuelto, cuando hizo una visita al hospital Leopoldo Martínez, donde les entregamos una comunicación, pero hemos dado viajes y viajes al Instituto Agrario Dominicano sin recibir respuesta alguna”, sostuvo.

Dijo que hace dos semanas protestaron de manera pacífica en la ciudad de El Seibo, con un encendido de velas, donde la gobernadora se comprometió dar seguimiento al caso, pero hasta ayer no había movido un dedo en ese sentido.