Recuerdan al padre Avelino Fernández; murió hace 7 años

Recuerdan al padre Avelino Fernández; murió hace 7 años

BARAHONA: Recuerdan vida sacerdotal y Obras Sociales padre Avelino Fernández tras siete años de muerte. Fuente externa 26/07/2018

Personalidades de la vida académica, religiosa, municipal y de la sociedad civil de Barahona se dieron cita el pasado miércoles en una misa oficiada en memoria del sacerdote Avelino Fernández al conmemorarse siete años de su muerte.
La misa fue organizada por la Universidad Católica Tecnológica de Barahona (Ucateba) para recordar la vida sacerdotal y las obras sociales que llevó a cabo Fernández en favor de la clase más necesitada la región Suroeste.

La misa fue encabezada por el rector de Ucateba, reverendo Cecilio Espinal, quien definió al fenecido sacerdote como “la voz de los que no tenían voces” en toda la región Enriquillo a través de su rol en los diferentes medios de comunicación social.

En la actividad fueron resaltados los valores de Avelino Fernández, quien desde los medios denunciaba las condiciones infrahumanas en la que vivían las comunidades de las provincias de Pedernales, Barahona, Independencia y Baoruco, con el fin de que las autoridades de turno prestaran atención al desarrollo de estos pueblos.

Su vida. Avelino Fernández nació en la Candelaria, Cuba. el 3 de agosto de 1934. Hizo los votos como hermano De la Salle, orden religiosa a la que sirvió por muchos años, destacándose allí por su servicio en el reglón de la educación y ocupando el puesto de secretario general de la Conferencia Latinoamericana de Religiosos (CLAR).

El 8 de septiembre de 1982 recibe la ordenación sacerdotal, por imposición de manos y oración consagratoria de monseñor Fabio Mamerto Rivas, primer obispo de la Diócesis de Barahona.

Avelino, incardinado ya en la Diócesis, desempeñó un largo y fructífero ministerio en favor de la clase más desposeída del país, especialmente en toda la región Enriquillo, siendo párroco en varias parroquias, entre ellas Nuestra Señora de la Altagracia, de Pedernales; Santa Ana, de Enriquillo; y Nuestra Señora de Fátima, en el municipio de La Ciénaga, entre otras comunidades más. Siempre se mantuvo cerca de su feligresía mostrando su forma coloquial y espontánea de enfrentar los problemas sociales en los que aún está vive sumergida la región.

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