Recuerdos

Recuerdos

Aquel mediodía de sábado de 1986, el empresario Felito García me llamó a casa para decirme que si no se le rebajaba la cantidad que debía abonar la delegación cubana para obtener servicios plenos de radio, televisión y todo lo que exigían, amenazaban con retirarse de los Juegos Centroamericanos Santiago 86.

Reí a mandíbula batiente y le dije al ingenuo Felito que ojalá que se retiraran los cubanos y que le dijera a Manolo González Guerra que podía llamarme por teléfono.

Dejé a Felito muy preocupado hasta que le conté mi conversación con González Guerra.

González Guerra, de grandísima experiencia, tenía amplios conocimientos deportivos, dados sus largos años dirigiendo el movimiento olímpico cubano.

No sé si González Guerra estaba al lado de Felito cuando hablamos pero me llamó inmediatamente.

El señor argumentó que la revolución, que Cuba, que Fidel Castro, Martí, Máximo Gómez, Hatuey y no mencionó a Caamaño de chepa, porque no conviene, todo para decirme que no podía pagar por los servicios de comunicar a su país todos los juegos que desearan.

Le expliqué lo costoso que resultaba para el gobierno dominicano y la imposibilidad de complacerlo. Le dije que nada más grato para nosotros que la presencia de los hermanos cubanos en los Juegos, etc., etc..

Ante la negativa de rebajar el precio de los servicios, González Guerra chantajeó con que Cuba se retiraría de los Juegos si no se le complacía con el costo de las transmisiones.

Ahí fue donde el dirigente cubano debe haber aprendido que los dominicanos ya habíamos cambiado cuando le dije: pues bien, háganlo público. Retírense que así República Dominicana ganará más medallas de oro. Sólo recuerdo que cuando me elogió por la ocurrencia me limité a decirle: es que aquí también sabemos cómo se bate el cobre.

Huelga decir que los cubanos participaron brillantemente en los Juegos de Santiago, ganaron muchas medallas de oro y transmitieron todos los juegos de todas las disciplinas que quisieron para beneplácito de los aficionados cubanos en Cuba.

Esos recuerdos afloran estos días en que hemos quedado bien feos convocando unos Juegos Centroamericanos de Baloncesto sin que la sede principal donde se celebran los encuentros tenga las condiciones mínimas para que se lleven a cabo.

Tiene uno que asumir, como dominicano, la vergüenza que ojalá tuvieran los federados y el Ministerio de Deportes.

Mientras, irá a los Juegos Centroamericanos de Puerto Rico una delegación superior a las 500 personas, la más numerosa de la historia.

El déficit presupuestario es de 76 mil millones, hasta ahora.

Los niños que asesinaron varios choferes dicen que volverían a cometer esos y otros crímenes, pero “e’ pa’lante que vamo”.

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