Con su discurso del jueves, el Presidente Leonel Fernández expuso a grandes rasgos la respuesta de su administración a las dramáticas consecuencias sociales y económicas causadas por el paso de la tormenta Noel.

El Plan Nacional de Recuperación, como ha sido denominado, enfoca sus prioridades hacia la reactivación del aparato económico afectado por la tormenta, la mitigación del drama humano por las pérdidas de vidas y bienes de miles de familias y medidas para restringir la construcción de asentamientos humanos en zonas de peligro, como medio de prevenir futuras tragedias.

Inicialmente se ha anunciado una inversión de RD$8,000 millones, suma que probablemente deberá ser reajustada en la medida en que las comprobaciones sobre el terreno permitan conocer con más aproximación la magnitud de los daños y pérdidas.

De principio, es correcta la iniciativa de reducir temporalmente la presión sobre  los pequeños y medianos productores, así como las empresas ubicadas en zonas afectadas por la tormenta, respecto de sus obligaciones crediticias y fiscales.

La recuperación del aparato productivo es vital en estos momentos, inclusive para mitigar la tragedia humana.

El Gobierno ha tenido una situación fiscal holgada y repetidamente las recaudaciones han sobrepasado sus propias estimaciones. Esto le permitió, inclusive, manejar un presupuesto complementario que supera los diez mil millones de pesos.

Por otra parte, con un  crédito internacional saneado por el buen desempeño ante el Fondo Monetario Internacional, tiene garantizado el acceso a numerosas ventanillas de financiamiento para capitalizar parte del Plan Nacional de Recuperación.

Es oportuno señalar que la recuperación del país no es obligación exclusiva del Gobierno.

Es una tarea que, de manera ineludible, nos concierne e involucra a todos.

Lo conveniente es que este plan sea puesto en marcha con la premura que demandan las circunstancias, para que la reanudación de la marcha normal del país se logre en plazo razonable.

Y que los políticos, sean de oposición o del partido oficialista, dejen trabajar en paz y renuncien a pretender sacar capital político de estas iniciativas.

No nos sorprende

Tan acostumbrados estamos a la excelencia del trabajo artístico de  Juan Luis Guerra, que el hecho de que  cargara con seis de los premios Grammy no nos causa ninguna sorpresa, aunque sí un brote de orgullo y satisfacción.

“La llave de mi corazón”, su más reciente album músico vocal, fue el responsable de que conquistara las preseas como “Grabación del año”, “Mejor album de merengue”. “Mejor canción tropical”, “Album del año”, “Canción del año” y por la calidad técnica de la grabación.

En el mundo artístico internacional, dentro o fuera de premiaciones tan importantes y deseadas como los Grammy, Juan Luis se ha caracterizado por su trabajo depurado y por contagiar a todos con el ritmo de su música.

Las letras de sus canciones generalmente andan de boca en boca, aquí y en cualquier parte del mundo.

Es artista acostumbrado a   presentaciones a casa llena.

Por todo esto, que Juan Luis arrasara en los Grammy no nos sube la bilirrubina.