YAMASA, Monte Plata.- Los cadáveres de los cuatro ocupantes de una avioneta que se estrelló en la loma «Vuelta de la Selva», jurisdicción de Peralvillo, fueron recuperados ayer durante una operación en la que se evidenció la falta de recursos de los organismos de socorro y de coordinación del Comité Nacional de Emergencias (CNE).

Los cadáveres son los del ingeniero Marcos Ponce, piloto de la aeronave, el italiano Paolo Barbi (Piero), copiloto, su esposa Gloria Rodríguez y la prima de ésta, Bladimirca Rodríguez Segura, quien contraería nupcias en septiembre próximo y cuyo motivo del viaje era la compra de su vestido de novia que Barbi le regalaría.

La falta de equipos se evidenció cuando los cadáveres tuvieron que ser recogidos en literas improvisadas con palos de Guárano y telas de sacos, aparte de dos camillas del Cuerpo de Bomberos de Yamasá, organismo que junto con dos o tres miembros de la Defensa Civil y de la Policía, se hizo cargo de las labores, sin vehículos y sólo con sogas y guantes.

Luego de haber cruzado el Río Ozama en esta sierra, los cadáveres tuvieron que ser transportados, junto con todo el personal, en una camioneta de doble cabina propiedad del síndico municipal, Julián Cruz Almonte.

Al llegar al subcentro de salud de este municipio para depositar los cadáveres en la morgue, los socorristas se encontraron con la sorpresa de que en este hospital no la había, y se habilitó un centro de vacunación.

Colocados encima de la misma cama de la camioneta, por espacio de dos horas y en medio de una intensa lluvia, los socorristas tuvieron que esperar una ambulancia que había salido desde el cuerpo de bomberos de la Fuerza Aérea, organismo que ya había avistado los cadáveres, pero que no pudo rescatarlos por la avanzada descomposición.

Finalmente, los cadáveres fueron transportados, gracias a la intervención de los socorristas del cuerpo de bomberos de este municipio, que estuvieron comandados por el coronel Rubén Martínez, el teniente coronel Nelson de los Angeles, Danilo Muñoz y el mayor José Antonio Genao.

Entre tanto, el mayor Leonel Polanco de la Cruz se había comunicado con el Centro de Operaciones de Emergencias (COE), de donde les respondieron que no habían enviado las ambulancias, porque esperaban la solicitud.

EL ACCIDENTE

De acuerdo con los datos oficiales obtenidos por HOY, la avioneta, Tapa Alfa 28, de cuatro pasajeros, matrícula HI 301, SP, salió a las 2:45 de la tarde del aeropuerto de Herrera con destino a Santiago.

El subjefe de Operaciones de las Fuerzas Armadas, coronel Pedro A. Chestaro, dijo que tan pronto se perdió el contacto con la aeronave, un helicóptero de la caballería aérea del Ejército, piloteado por el teniente Odalís Pérez Féliz, inició la búsqueda, avistando la nave colapsada y uno de los cadáveres cerca de la misma, alrededor de las 7:00 de la noche.

Mario Daniel de la Cruz Popa, director de la Defensa Civil en Yamasá, dijo que los socorristas se trasladaron desde tempranas horas de la noche, junto con bomberos locales, pero que no les fue posible rescatar los cuerpos, ya que el río estaba desbordado y la zona, que Aes un verdadero pantano@, estaba muy oscura.

Los socorristas, dijo, no contaban con linternas suficientes para el rescate.

PARIENTES

Un tío y un hermano de Bladimirca Rodríguez, Rafael Solano y Sóstenes Rodríguez, confirmaron a HOY que su pariente tenía previsto casarse el próximo septiembre, con su novio a quien sólo identificaron como Luis.

Explicaron que esa familia Rodríguez es oriunda de Azua y de Padre Las Casas, pero que los padres, Danilo Rodríguez, comerciante y su esposa Zoila Segura, maestra y regidora por Azua, habían enviado a sus hijas para estudiar en Santo Domingo. Su prima residía en el sector Miramar, en el kilómetro 8 de la carretera Sánchez, junto a su esposo, Barbi.

Solano explicó que durante el viaje en la avioneta, parece que los atrapó un mal tiempo y que a juzgar por los lugareños, el sonido del motor no era normal y la nave perdió altura.

Aparentemente, relató Solano, ellos intentaron aterrizar de emergencia en una hondonada, pero el lugar era muy cenagoso y luego de chocar con algunos arbustos, la nave cayó en picada, lanzando los tripulantes, hasta a 500 metros. La nave quedó totalmente destrozada, al igual que los cuerpos.

Rodríguez dijo que los cuerpos de sus parientes serán sepultados hoy, en Azua y en Padre Las Casas.