Londres.– Científicos en Suiza han logrado recuperar células del sistema inmunológico “corrompidas” por tumores para que vuelvan a ser eficaces en la lucha contra el cáncer, revela un estudio publicado hoy por la revista Nature.
La investigación desarrollada por la École Polytechnique Fédérale de Lausana (EPFL), representa un avance en el conocimiento de los macrófagos, unas células del sistema inmune que están en los tejidos y que son responsables, por ejemplo, de devorar posibles patógenos.
No obstante, en pacientes con cáncer, los macrófagos son “secuestrados” por el tumor, que les obliga a participar en su proceso de crecimiento y de metástasis y dificulta el tratamiento médico, explican los autores del estudio.
Los expertos del EPFL, junto a colegas del Centro de Innovación Roche de Basilea (Suiza) y Múnich (Alemania), han identificado ahora un “interruptor” molecular capaz de devolver a los macrófagos sus características originales en el sistema inmunológico para atacar el cáncer.
Además de la quimioterapia o radioterapia, los investigadores sostienen que algunos de los tratamientos más prometedores en este campo se encuentran en la inmunoterapia, cuyo objetivo es reforzar la respuesta inmunológica del paciente contra el tumor.
Los macrófagos, recuerdan, atacan patógenos, como las bacterias, pero también ayudan a los órganos del cuerpo humano a desarrollarse y a curar sus heridas gracias a la acción de una moléculas llamadas “microRNAs”, que ellos mismos producen.
Cuando un tumor comienza a crecer, los macrófagos intentan bloquear ese proceso, pero, a menudo, son “secuestrados” y reconvertidos en “macrófagos asociados al tumor” (TAMs, sus siglas en inglés). Cuando eso sucede, los TAMs recurren a sus “microRNAs” para formar un escudo protector y evitar que el sistema inmunológico del paciente actúe para frenar el crecimiento y metástasis del cáncer, un fenómeno común a muchos tipos de tumores, según subraya el estudio.
“El descubrimiento más interesante ha sido constatar que las reprogramación de los TAMs mejora en gran medida la eficacia de la inmunoterapia”, celebra Michele De Palma, del EPFL. Para “reeducar” a los macrófagos, su equipo modificó genéticamente TAMs y lograron así frenar su capacidad para producir “microRNAs”, en concreto, el tipo “Let-7″.
A través de este proceso de “reprogramación”, los TAMs dejaron de proteger al tumor y, en cambio, comenzaron a alertar al sistema inmunológico de la presencia de esa amenaza, lo que provocó un ataque “muy eficaz” de los macrófagos. “
Los resultados obtenidos en modelos experimentales de cáncer presentan esta nueva estrategia terapéutica basada en inhibir la maquinaria de “microRNAs” o de “microRNAs Let-7” en los TAMs, la cual podría aprovechar todo el potencial de las inmunoterapias convencionales”, apunta De Palma.