POR ODALIS MEJÍA
Las autoridades de Medio Ambiente iniciaron la reparación de las instalaciones del Acuario Nacional para corregir las filtraciones que ha afectado el sistema eléctrico, los estanques de exhibición y la pintura.

Luego de un reportaje publicado el martes por este diario, el secretario de Medio Ambiente, Max Puig, ordenó la restauración inmediata de ese centro de exhibición de especies, único en el país, según informó su director Enrique Pugibet.

Un equipo de una compañía impermeabiliza el techo para corregir las grandes grietas que ocasionaba las filtraciones por todas las instalaciones del Acuario.

Pugibet indicó que las mismas se incrementaron luego de la tormenta Jeanne del pasado año.

Resaltó que el proceso de deterioro del Acuario se agrava porque el mismo es una especie de barco en la tierra: está expuesto al agua de mar continuamente, además la inclemencia del tiempo maltrata considerablemente las instalaciones.

«Luego del artículo de HOY, el secretario Max Puig dispuso que se corrigieran las filtraciones en el techo y desde el miércoles se ha iniciado en la corrección de las grietas y se recubre el techo para luego se procederá a pintar y reparar las instalaciones eléctricas», detalló.

Dijo que sus recursos son limitados y que apenas alcanzan para las cosas básicas: el pago de la energía eléctrica, la alimentación de peces, el combustible y pequeñas reparaciones.

Expresó que debido al incremento de los costos operaciones se acumulan deudas permanentes, por lo necesitarían alrededor de un millón de pesos mensuales para cubrir gastos y pagar compromisos.

«Al no tener los recursos suficientes acumulamos deudas, si cubrimos nuestros gastos podremos desarrollar programas de investigación, publicar materiales educativos, hacer nuevas exhibiciones», indicó.

El Acuario Nacional cuenta con 5,000 metros cuadrados de construcción, por lo que escapa a las posibilidades de la administración mantener en condiciones adecuadas toda la infraestructura.

Pugibet enfatizó que el mantenimiento del centro es continuo, puesto que mantener especies en cautiverio conlleva una serie de procedimientos delicados, «por ejemplo si se apagan las bombas en tres horas se mueren las especies, ya que el aire y el agua es por bombeo; esos peces son nuestros prisioneros, tenemos que atenderlos», acotó.

Agregó que a esta tarea titánica se agrega un ingrediente humano: el público de forma indiscriminada lanza desperdicios hacia los animales y en las instalaciones, aún habiendo zafacones por doquier, raya las paredes, las verjas y los estanques.

Corregidos los problemas de emergencia, las autoridades del Acuario se propondrán remodelar el tanque principal que desde la instalación del Acuario (15 años) nunca ha sido removido. «Hay que quitar material antiguo, limpiarlo a presión, corregirle las grietas y ponerle recubrimiento, lo cual duraría unos tres a cuatro meses».

Pugibet explicó que por costumbre las exhibiciones son desmanteladas cada seis meses para que el público pueda ver distintas especies, pero que con el tanque grande nunca se ha podido realizar esta remodelación que demanda grandes costos.