Recursos para el cuasi-fiscal

Recursos para el cuasi-fiscal

 RAMÓN NÚÑEZ RAMÍREZ
Las autoridades del Banco Central lograron cumplir con éxito la primera fase o el primer pilar para la solución del cuasi- fiscal, consistente en reducir las tasas nominales de interés de los certificados y la extensión de los períodos de vencimiento, también se establecieron los esquemas múltiples para la realización de los activos de los bancos quebrados y del propio Banco Central, creándose el COPRA como entidad especial para esos fines, y en la actualidad compete la tercera fase, la determinación de las vías fiscales para recapitalizar el BC.

El 13 de agosto del 2004, ultimo día laborable de la pasada administración, el monto de los certificados de participación del BC ascendía a RD$89,438 millones, con tasas de interés promedio en las subasta cupón-cero de 58.5%, cuyo pago consumía RD$2,973 millones mensuales. Con una herencia de esa naturaleza una política monetaria dirigida a controlar la inflación y estabilizar la tasa de cambio, necesariamente debía reducir la liquidez de la economía y neutralizar las emisiones derivadas del pago de los intereses. Así al 13 de agosto del 2004, debido a la diferencia entre el incremento del financiamiento interno a RD$104,857 millones, resultado del salvataje bancario, y los recursos neutralizados mediante la colocación de los certificados de participación, restaban RD$15,419 millones de “inorgánicos” que seguían presionado la tasa de cambio y mantenía latente el peligro del rebrote inflacionario.

Retirar de la circulación esos quince mil millones de pesos fue una meta lograda en octubre, por supuesto la contraparte era un incremento del stock en esa misma magnitud, de igual forma era imprescindible esterilizar mediante la colocación de nuevos certificados, para controlar la emisión de billetes, los pagos mensuales de intereses. Otra meta fundamental de las autoridades era elevar las Reservas Internacionales Netas (de acuerdo a la definición del programa con el FMI) negativas en US$17.9 millones en agosto del 2004, proceso que debió incrementarse pues la recuperación de la confianza y el retorno de capitales pudo provocar una excesiva apreciación del peso dominicano, política correcta que también ha estimulado el incremento del stock de certificados.

Con una política monetaria dirigida a restaurar el equilibrio macroeconómico y aumentar las RIN liquidas era inevitable, ante la ausencia de recursos fiscales para asumir el servicio de los intereses, un incremento del monto de los certificados y los que cuestionan ese aumento o desconocen el tema o sencillamente su ceguera política y el compromiso con el desastre de las pasadas autoridades no les permite reconocer que el camino asumido por las presentes autoridades era la única vía para frenar la inflación y estabilizar la tasa de cambio en un nivel inferior.

El primer pilar del programa ha permitido disminuir las tasas de interés en subastas a un promedio de 10%, reducir el cuasi-fiscal en términos absolutos y en relación al PIB desde 4.0% hasta 2.9% a diciembre del 2005, con una proyección entre 2.2 y 2.4% en este 2006 e incrementar las RIN liquidas en US$1,055.5 millones entre julio del 2004 y el 2006.

El plan para la solución del déficit cuasi-fiscal, elaborado entre el BC y técnicos del FMI, contemplaba una tercera etapa o un tercer pilar consistente en la identificación de las fuentes de recursos fiscales para recapitalizar el BC y gradualmente quitarle el peso del servicio de los intereses, principal generador del denominado cuasi-fiscal. Sea mediante una ley que especialice un monto del presupuesto anual, como lo hicieron en Chile, o sea mediante la emisión de bonos, como contempla la Ley Monetaria y Financiera, la única forma de abordar una solución definitiva es mediante la utilización de recursos presupuestarios.

El programa, elaborado conjuntamente entre los técnicos más calificados del BC y el FMI, aprobado también por la Junta Monetaria, contempla la emisión gradual de bonos por un monto equivalente a las pérdidas históricas hasta la promulgación de la Ley Monetaria (estimadas en RD$38,834 millones) más las pérdidas derivadas del rescate bancario, de la venta de activos y del cuasi-fiscal anual. Esa emisión de bonos que serán entregados al BC, además de representar una documentación de la deuda asumida por el Gobierno, permitirá al banco recibir intereses anuales cuyo monto en el primer año será equivalente al 0.5% del PIB hasta llegar al 1.4% del PIB.

Los intereses recibidos de los bonos públicos, la eventual colocación de una parte de estos en el mercado secundario, la asignación de recursos obtenidos mediante financiamientos a largo plazo (Petrocaribe para citar un ejemplo), la entrega de activos del estado con flujos, sumado a la ganancia de intereses de las reservas brutas crecientes del BC permitirán en un momento determinado cubrir el servicio de los intereses de los certificados, momento a partir del cual se extingue el déficit y el banco podrá comenzar el desmonte gradual del stock.

La solución definitiva del cuasi-fiscal es un camino conocido por otras naciones y la República Dominicana lo está recorriendo con éxito, por supuesto una cosa es cierta, los platos rotos de las tres quiebras fraudulentas bancarias y la pésima conducción de ese proceso por parte del Gobierno pasado nos costó inflación, devaluación y más pobres; en el futuro la eliminación definitiva del problema implicará restricciones presupuestarias y más sacrificios impositivos para los contribuyentes. 

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