La recusación a la jueza Keila Pérez, del Cuarto Tribunal Colegiado del Distrito Nacional, impidió ayer el inicio del juicio de fondo a los sindicalistas Arsenio Quevedo, Erickson de los Santos Solís (exregidor de Pedro Brand) y a otros tres acusados de integrar una red de sicarios que mató unos cinco choferes por disputas de rutas.

Mientras, fuera del Palacio de Justicia de Ciudad Nueva decenas de choferes se movilizaban reclamando justicia para las víctimas de hechos que ocurrieron en el año 2017, y para que el juicio contra los victimarios se acelere, alegando que tienen más de cinco años demandando justicia y castigo ejemplar para los asesinos de sus compañeros.

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La objeción a la jueza fue puesta por una de las defensa, alegando que ella participó en la fase de instrucción del proceso.

El grupo acusado de sicariato, asociación de malhechores y lavado de activos lo integran el expolicía Amauris Cabrera, Félix Lora de Jesús, Cristino Batista Roa y Danilo Octavio Reynoso.

La víctimas son Mateo Nieves de Jesús, Overnys Guerrero y Ángel Javier. Al grupo también se le atribuye provocar golpes y heridas a Ramón Antonio Peña Beltré, Manuel Emilio Romero Figueroa y Eddy Francisco Sánchez.

Se recuerda que la fase preliminar de ese proceso ha sido una de las más dilatas de los últimos años, con 19 aplazamientos por incidentes de las defensas.