Quieren que su voz sea escuchada. Por ello insisten a las autoridades sobre el problema que genera el desempleo juvenil a corto, largo y mediano plazo. Cuentan con redes y aliados diseminados en el país, agrupados en el Movimiento Nacional Infanto-Juvenil.
Al participar en La Esquina Joven de HOY, coordinadores de la organización recordaron que a propósito de conmemorarse el miércoles, el Día Internacional de la Juventud tienen previsto realizar una “Parada Cívica” frente al ministerio de Trabajo para reclamar reivindicaciones que permitan reducir los niveles de desempleo.
Legislar. Abogan por una legislación que acabe con la marginación laboral por falta de experiencia y que sean respetados los mecanismos de participación que establece la ley 49-00, sobre Juventud.
Asimismo, reclaman que se les conceda más apertura en los procesos electorales, de manera que “no solo tengan oportunidades los hijos de funcionarios o personas con dinero”.
Recordaron que la República Dominicana es el segundo país con mayor tasa de desempleo juvenil de Centroamérica, según el informe “Situación de la formación profesional en Centroamérica y República Dominicana: 1998-2013”, de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
En el conversatorio intervinieron Elizabeth Ubiera, Marleny Rincón, Ángel Mercedes, Brandon Encarnación, Malkiel Guillermo, Génesis Mañón y Cristian Encarnación.
Panorama. Explicaron que datos del Banco Mundial y del Instituto Dominicano de apoyo a la Juventud arrojan que a finales de 2014 el desempleo en los jóvenes de 15 a 24 años era de cerca del 30 por ciento en general y mayor entre las jóvenes mujeres, que alcanzaba el 42 por ciento.
“Atribuyen la mayoría de hechos delictivos a los adolescentes y jóvenes y proponen como respuesta al problema aplicar mano dura, pero esa no es la solución”, sostuvieron.
Consideraron que lo idóneo sería fomentar más oportunidades de formación, capacitación y educación técnica, entre otras iniciativas.
Aseguraron que el derecho de participación es la prerrogativa a la que menos acceso tienen, ya que no son consultados a la hora de tomar decisiones sobre las políticas públicas de juventud, las cuales, entienden, están viciadas por los “procesos clientelistas reflejados en la falta de transparencia de la gestión pública”.
Los dirigentes juveniles aprovecharon para plantear la necesidad de impulsar más espacios artísticos y culturales.
Los chicos, residentes en el sector de Sabana Perdida, en Santo Domingo Norte, citaron el caso de su comunidad, donde tienen una escuela de música y con el interés de ampliar su campo de acción han solicitado apoyo logístico al Ministerio de Cultura, pero su clamor no ha sido escuchado.
Movimiento. Es una organización social conformada por niñas, niños, adolescentes y jóvenes entre 6 a 24 años de edad.
Es autónoma, no partidista, cristiana y auspiciada por la Confraternidad Visión Mundial República Dominicana.
Tiene como misión facilitar el empoderamiento y la organización de este segmento poblacional, de manera que les permita ser agentes de cambio y contribuir así a la transformación de sus familias, la comunidad, el país y Latinoamérica.
Aliados. Cuenta con alianzas estratégicas con la Red de jóvenes y adolescentes defensores de sus derechos, la redes Artística y Cultural, de Salud Sexual y Reproductiva, de Jóvenes Protectores del Medio Ambiente, de Jóvenes por la Paz y la Prevención de las Drogas, de Jóvenes Emprendedores, Local de Ayuda Humanitaria y de Emergencia y la de Tecnología de la Información y la Comunicación.
Además, la Red de Habilidades para la Vida y la de Juventud con Esperanza.
También, los Consejos Estudiantiles (iniciativa del Ministerio de Educación) y los Ayuntamientos Juveniles (iniciativa de Unicef), entre otras organizaciones.
Los líderes comunitarios explicaron que el Movimiento Nacional Infanto-Juvenil está enfocado en desarrollar estrategias para alcanzar políticas públicas acordes con los derechos de los niños, niñas, adolescentes y jóvenes.