“Redefinición de masa y el liderazgo caudillista”

<p>“Redefinición de masa y el liderazgo caudillista”</p>

 JOSÉ D. BATISTA
La pobreza más grande es la del alma, porque hay quienes buscan al pobre material para hacerlo punta de lanza, con el fin de llenar la miseria de su ego interior

Según Bosch, Bolívar sólo pudo haber incorporado a la masa a su favor, si establecía estrategias de castigo a los mantuanos, o privilegiados. Creo que esto era imposible para Bolívar, porque su meta no era aprovecharse de la rabia de la gente, sino la creación de un nuevo estado de cosas. Bosch, describe esa actitud de Bolívar como romántica y soñadora, y que llevaba en su mente un Estado abstracto.

Los líderes clasistas, que la podemos definir hoy como políticos, pierden la perspectiva de que la masa piensa en términos de necesidades, y se alejan de la realidad creyendo que pueden hacer lo que quieran de la misma. Eso da paso al surgimiento, según Bosch, de líderes que canalizan esa rabia hacia un estado que Bolívar define como “Anárquico”. Esos líderes son contradictorios, y son aquellos que requebraban la institucionalidad como medio de aumentar el caos y pescar en aguas revueltas. Su poder de convocatoria está en ser representantes del castigo que las masas quieren para los líderes tradicionales, que se amparan en un sistema ausente de la realidad social en que viven. Esto ha abierto el camino para el aparecimiento de líderes mesiánicos que se caracterizan por:

La añoranza de los pueblos por la cultura nacional, ante el embate de una cultura global que destruye los cimientos de los valores patrios.

El planteamiento de una visión trascendente, que es en realidad el deseo de poder oculto en una retórica a favor de los necesitados.

La añoranza de un justiciero, tan profundamente arraigada en la cultura hispana, y se presentan haciéndose identificar como los nuevos abanderados de los luchadores de las guerras sociales del pasado.

Capturar la ira y el deseo de castigo de las masas hacia los líderes tradicionales.Es posible que si nos acercáramos al círculo íntimo de esos líderes, encontremos personas caprichosas que presionan bajo el manto de la nueva ideología reformadora que promueven, en el que la disidencia para recomendar queda atrás y las jornadas de trabajo son agotadoras, ya que funcionan bien bajo adrenalina alta, pero reclaman el vasallaje de sus seguidores íntimos, y existe la paradoja de la opresión en busca de libertades.

Estoy plenamente seguro, de que muchos de ellos no están conscientes de que están atrapados en el arquetipo mitológico del líder, y son movidos por la energía de rabia colectiva. Si no fuera axial, pudieran utilizar toda esa energía para sumar fuerzas con los diversos sectores de la sociedad, para entrar en un nuevo estado de cosas, ya que tan en caos están las en otros tiempos llamadas “clase alta”, como están lo que se llama “clase media” y demás grupos minoritarios, que en realidad son los mayoritarios.

El nuevo discurso caudillista, al representar la rabia de la masa se enfoca en:

Ignorar a los líderes que comenzaron la democratización e institucionalización.

El desbalance de oportunidades en la apertura de mercado.

La lentitud que han tenido los partidos en renovarse.

La invasión de oportunistas y aventureros políticos buscando una tajada dentro de los partidos.

La ausencia de bienestar social en medio del desarrollo económico. La desigualdad social en las oportunidades de educación, trabajo, y empleo.

Ingración regional pero sin una concertación nacional con los líderes empresariales, productores y comercializadores. Revolución social, sin un plan nacional avalado por todos los sectores.

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