Cada vez usamos más las redes sociales para compartir nuestras opiniones, actividades cotidianas, emociones, imágenes y mucho más. Pero, hay quienes abusan de este medio para expresar sus ideas depresivas.

¿Por qué lo hacen? Esa pregunta la responde el portal Salud 180.com, con un artículo donde aclara varios puntos.

Afirma que “No valgo nada”, “todo me sale mal”, “hoy amanecí de malas”, “deseo desaparecer de este mundo”, son el tipo de frases que algunas personas escriben en sus muros de Facebook, o incluso en el tuyo. Son pensamientos negativos, y que para muchos, se ha vuelto un estilo de vida, una forma de hacer amistades y llamar la atención.

Además, ofrece tres ejemplos, y son éstos:

Un bombardeo de negatividad

Facebook puede ser un espacio adecuado para mantener y fortalecer las relaciones con otras personas y expresar emociones, sin embargo, hay quienes por su baja autoestima bombardean a sus contactos con mensajes negativos sobre sus vidas; sólo ponen frases pesimistas, pensamientos o anécdotas desagradables.

Cuando este tipo de expresiones son constantes, provoca que sus autores se vuelvan indeseables para los demás. Así lo señala el estudio de la Universidad de Waterloo (Canadá) publicado en la revista Psychological Science.

Las investigadoras comprobaron que la gente con autoestima baja perciben la red social como un lugar seguro para evitar situaciones sociales en las que puedan sentirse inseguros; prefieren comunicarse a través de la red y evitan el contacto personal. Utilizan el Facebook como un escaparate para mostrar sus conflictos e inseguridades.

Las redes sociales como fuga

La baja autoestima es compañera frecuente de la depresión. De acuerdo con diversos estudios, algunas personas con depresión se conectan a Internet para mejorar su estado de ánimo; buscan hablar con alguien y expresar su dolor. Sin embargo, muchos de ellos, no son prudentes, hablan sin analizar qué dicen y a quién.

Ser prudente en el Facebook

El Facebook puede servirnos como un medio para enterarnos y compartir deseos, inquietudes, miedos, pensamientos, etc. Si disfrutas hacerlo, hazlo, pero con cautela.

Si encuentras amigos o conocidos que siempre te bombardean con este tipo de frases, no te enganches, trata de comprender por qué lo hacen, responde si así lo deseas, pero no te contagies de esos pensamientos de desesperanza y apatía por vivir.