Informes recientes de la CEPAL han provocado expectación en casi todo el mundo, aunque algunos medios apenas los han tocado, sino ignorado. El tema central es la reducción en los niveles de pobreza en América Latina en general y el caso relevante de algunas naciones.
En los últimos 12 años, Ecuador es el país que más redujo la pobreza en términos relativos (en el caso de este país la referencia es 1991 al 2010) logrando una caída del 26.4%, mientras que Venezuela se coloca en el segundo lugar bajando el indicador en un 21.6% haciéndolo caer desde un 49.4% en 1999 hasta el 27.8% en el 2010. Sin embargo, en el caso venezolano para esa organización de la ONU lo más notable es que el resultado no se alcanzó debido a los programas sociales de transferencia del gobierno sino, esencialmente, al incremento en los ingresos laborales de la población.
Entre 1999 y 2010 nuestra región ha alcanzado los registros de pobreza e indigencia más bajos en 20 años con la mayoría de los países logrando resultados positivos, aunque unos más altos que otros. Nueve países reflejan reducciones de más del 10% en tanto otros 9 alcanzaron resultados por debajo de diez, veamos: en el primer grupo se destacan los casos de Ecuador con 26.4%, Venezuela con 21.6%, seguidos por Perú con 17.3%; Argentina 15.1% y Honduras con 12.3%. En el segundo grupo se incluyen Uruguay con 0.8%, Costa Rica 1.4%, El Salvador 3.2% y Paraguay con 4.2%, entre otros. La República Dominicana, según la CEPAL, redujo la pobreza en un 5.3% bajando desde 47.1% en 1999 a 41.4 % en el 2010, cifras que discrepan de los datos oficiales que indican mayor reducción.
Sin dudas, uno de los casos que más ha llamado la atención, no solo por el nivel mostrado ya que en fechas recientes han sido reconocidas por el propio Banco Mundial, sino por las variables que han incidido en los mismos es el de Venezuela. Uno de los logros relevantes es la desconcentración de la riqueza y una mejor distribución de la misma. En consecuencia, el país es ahora el menos desigual de la región y con la menor concentración de la riqueza. En el caso venezolano la reducción de la pobreza se sustentó en la incidencia en un 55% de la mejoría en la distribución y solo el 45% por el ritmo de crecimiento. En el caso de Argentina, por el contrario, la proporción de participación de uno y otro factor fue de un 20% y un 80% respectivamente. Caracas mostró el mejor resultado regional en ese aspecto, a pesar de la presión en contra de una inflación muy alta.
Según el gobierno venezolano para la próxima década no habría pobres en ese rico país.