La medida beneficiaría más a los más ricos, porque pagarían menos impuestos, mientras los pobres tendrían que pagar ITBIS por productos que están exentos

POR GERMAN MARTE
Desde el punto de vista de la administración siempre será más fácil trabajar con un impuestos con cero sin exenciones, que con un sistema donde haya productos que no paguen ningún gravamen, manifestó el director de Impuestos Internos, Juan Hernández.

Sin embargo, adujo, desde el punto de vista de la equidad social, la cosa cambia, porque aplicar impuesto a una serie de productos de consumo masivo a quienes más afectaría sería a los de menos recursos.

Hernández se expresó en esos términos al participar como invitado en el Almuerzo Semanal de los Medios de Comunicación del Grupo Corripio.

El funcionario se proclamó absolutamente en contra de generalizar el ITBIS.

Indicó que actualmente la tasa del ITBIS es de 16%, pero el 52% de los productos que se comercializan está exentos.

Empero, los productos que no están gravados son todos los de la canasta básica, como la carne, aceite, azúcar.

Dijo que cuando se habló de generalizar el ITBIS y aplicárselo al café, aceite y el azúcar´, la opinión pública se alzó y protestó en contra de la medida, el rechazo fue tal, que al final no se pudo aplicar el impuesto a esos productos.

Según Hernández, los dominicanos en un momento están con la generalización del ITBIS y en otro están en contra.

Los pobres

Manifestó que desde el punto de vista objetivo, los más pobres son quienes más consumen arroz, aceite y café, productos que actualmente no pagan impuestos por los mismos.

Pero si se generaliza el ITBIS aún cuando se bajase a 8%, cuando el pobre vaya a comprar azúcar, café o aceite, va a pagar el precio de esos productos, más 8% de impuesto.

Es decir que como quiera a los pobres le va a salir más caro comprar los únicos productos que consumen, expresó.

Mientras, el de más ingresos cuando va a comprar una vestimenta, un Rolex, o va a un restaurante, en vez de pagar resulta que ahora le saldría más barato, porque tendría que pagar lo que cuesta el artículo en la tienda o el restaurante, más la mitad del impuesto actual.

Eso, destacó Hernández, significaría transferir recursos del que menos tiene al que está en mejor condición económica, que sería el favorecido con la reducción del ITBIS, aún cuando se generalice.

Indicó que generalmente se plantea universalizar el ITBIS en tiempos de crisis financiera.

Empero, afirmó, lo mejor es dejar eso así. Más porque quiero proteger al que menos tiene que porque creo que es más fácil dejarlo así.

Otra cosa sería si se la generalización se hiciera en época de bonanza y luego se focalizara para que el pobre pague impuestos, pero por otro lado el gobierno le aportaría los recursos, pero aún así el mecanismo sería complejo.

Lo más sencillo, adujo, es la exención, que seguro le llega al pobre, aunque también le llega a los ricos.

Junto a Hernández asistieron al encuentro con los medios del Grupo Corripio, la licenciada Germania Montás, subdirectora de la DGII, y Carlos Santos, Subdirector de Fiscalización.