Por: Fabricio Gómez Mazara. Los efectos de la invasión de Rusia a Ucrania se empiezan a sentir en el país por medio de la pérdida del poder adquisitivo de las familias y la productividad de las empresas debido al incremento en el precio de las materias primas, especialmente el petróleo. La guerra en Europa del Este agrava una situación preexistente debido al sobrecalentamiento de la economía a nivel global cuya consecuencia inmediata es la inflación.
Las autoridades han venido enfrentando los embates de la inflación internacional tanto desde la demanda agregada como por el lado de la oferta. Por el lado de la demanda, el Banco Central incrementó su tasa de política monetaria en 200 puntos durante el último trimestre del año pasado con el objetivo de recoger el exceso de liquidez y enfriar un poco la economía. Esta medida ha generado, entre otros, una apreciación en el signo monetario nacional.
La inflación en el pasado mes de febrero fue de 0.92%. Este resultado estuvo influenciado en mayor medida por los sectores de transporte, bienes y servicios diversos, alimentos y bebidas no alcohólicas, hoteles y restaurantes, así como vivienda. La inflación acumulada en los dos primeros meses del año fue de 2.11%, mientras que la anualizada alcanzó a 8.98%.
Por el lado de la oferta, el presidente Abinader anuncio varias medidas entre las cuales se destaca el compromiso de mantener sin variación los precios internos de los derivados del petróleo siempre y cuando el precio del West Texas Intermediate (WTI) se mantenga entre US$85 y US$115 el barril. En este rango de precios, el gobierno-vía el Ministerio de Industria, Comercio y MIPYMES (MICM)-absorberá la totalidad del subsidio.
Cualquier incremento por encima de los US$115 por barril será traspasado a los precios internos, excluyendo el impuesto ad-valorem a los combustibles. En principio, esta decisión se mantendrá vigente por un periodo de cuatro meses e implicará un sacrificio fiscal estimado entre RD$9,600 y RD$16,000 millones.
Los subsidios solo podrán morigerar, de forma transitoria, el efecto que tiene el incremento del precio de los combustibles sobre la productividad de empresas y el poder adquisitivo de las familias.
La reducción de los precios del petróleo dependerá de factores ajenos a decisiones de carácter doméstico. Entre estos están: a) la regularización de la situación geopolítica vinculada a la guerra en Europa del Este, especialmente las sanciones impuestas al petróleo ruso; b) el potencial aumento en la producción de petróleo vía acuerdo de los países miembros de la OPEP; y 3) el fin del invierno en el hemisferio occidental.
En una economía global interdependiente no es posible imponer sanciones a países productores de materias primas, como el petróleo, sin afectar a los consumidores en el resto del mundo. Rusia ocupa el tercer lugar dentro de los países exportadores de crudo. Las sanciones a ese país impactan fuertemente los precios internacionales del petróleo y sus derivados.
La factura de la guerra europea la estamos pagando todos a través del incremento del precio de las materias primas, especialmente las pequeñas economías abiertas al mundo. La economía dominicana es importadora neta de petróleo y sus derivados. Es decir, compra al resto del mundo los combustibles fósiles que utiliza para la producción de bienes y servicios.
Sin embargo, es importante evidenciar la efectividad de los instrumentos de política monetaria y fiscal utilizados por el gobierno para proteger la economía familiar y la producción nacional en tiempos de inflación global como los que vivimos.
Reducir el precio del petróleo está fuera del alcance de las autoridades nacionales.