El tiempo, curioso elemento que no se detiene, nunca se para; para nosotros los seres humanos pasa sin piedad, lo mejor es aprovechar cada segundo. Los años pasan, pesan y también pisan; nuestros cuerpos se deforman, los huesos ya no son tan fuertes, los músculos disminuyen su masa, el pelo se vuelve blanco y las arrugas entran en escena para quedarse.
El tiempo pasa para todos , incluyendo a los políticos ; esos mortales también se arrugan y les llega el tiempo de ceder su espacio , por ejemplo : Peña tuvo que dejar el escenario político por enfermedad , Bosch también , a Balaguer la muerte casi lo encuentra en el Palacio Nacional , sentado en la silla presidencial y con la “Ñoña” puesta.
Leonel y Danilo tampoco son unos “muchachitos” ya, estos dos colosos han logrado con su trabajo que la República Dominicana gire en torno a ellos en la actualidad. Ya tienen su edad y ninguno quiere dejar lo que más les gusta: “El Poder”. El año 2020 se aproxima , el tiempo sigue pasando y no conoce números negativos , los segundos se suman uno tras otro , y en materia de política estos segundos parece que corren un poco más rápido; tarde o temprano uno de los dos (Leonel o Danilo) tendrá que imponerse al otro, no existe todavía un cuerpo que viva con dos cabezas .
Por debajo se dice que Leonel, en unas primarias internas se traga a cualquiera de los delfines que Danilo está preparando, todo esto con el apoyo de Dios y de las bases (como dicen los políticos), por su lado Danilo sigue calladito y trabajando como siempre lo ha hecho.
Desde aquí vemos la situación siguiente: Si Leonel logra ser el candidato del PLD en el 2020, primero: será Presidente, segundo: gobernará tantos años como la constitución se lo permita y si se puede modificar quien sabe… #RD2044. Tercero: Logrará colocar su delfín, aquel que reúna las condiciones y la “bendición” suficiente, que garantice su legado y buen recuerdo. Por lo tanto, Danilo tiene la obligación de reelegirse, porque si permite que El León se suba en el palo otra vez, el Danilismo será borrado para siempre… El tiempo sigue su agitado curso y no perdona a nadie.