Reelección Uribe enciende ambiente

Reelección Uribe enciende ambiente

BOGOTA (AP).- El Partido Liberal, que ha sido desde 1930 la principal fuerza política colombiana, afronta una de las peores crisis de su historia, por cuenta de la eventual reelección del más popular de sus disidentes: el presidente Alvaro Uribe.

   Uribe se separó del Partido Liberal en 2001 cuando creó un nuevo partido con el cual fue elegido presidente el 2002.

   La crisis liberal se ha profundizado tras la decisión del octogenario ex presidente Julio César Turbay, un jefe tradicional del oficialismo liberal, de abandonar la disciplina partidista y promover la creación de un nuevo movimiento político con el fin de buscar la reelección de Uribe.

   «Respetamos su derecho de apartarse del partido liberal colombiano y formar un nuevo movimiento político, pero no compartimos su idea de apoyar la reelección»», dijo el lunes a la AP el presidente de la Dirección Nacional Liberal, Joaquín Vives, al comentar la decisión de Turbay.

   En la propia dirección colectiva del liberalismo, no hay acuerdo sobre las repercusiones de la decisión de Turbay y la de 40 ex ministros liberales de marginarse del partido.

   «Yo no creo que el Partido Liberal pueda dividirse más por la posición asumida por el ex presidente Turbay. Mas bien pienso que puede ser el inicio de la unión»», dijo Clara Cecilia Mosquera, integrante de la directiva nacional liberal.

   «Creo que tendrá un efecto positivo porque es la expresión de un proceso de depuración ideológica con la salida de dirigentes de derecha que no están en sintonía con Internacional Socialista y los movimientos socialdemócratas a los que está unido el Partido Liberal»», afirmó Vives.

   Pero un éxodo de dirigentes podría dejar a los oficialistas en una minoría y a los disidentes en mayoría, advierte El Tiempo, diario liberal en un editorial publicado el lunes.

   El Tiempo señala que, al contrario, lo mas sensato sería que el Partido Liberal «prácticamente en vías de extinción y traumatizado por una derrota frente a un disidente emanado de sus propias filas, acogerse a la mano de Uribe podría significarle, nada menos, su salvación»».

   El presidente de la Dirección Nacional Liberal, rechazó cualquier posibilidad de que Uribe actúe como «jefe natural»» del liberalismo, según lo propuso Turbay o se una con los disidentes liberales.

   «Yo reconozco que Uribe se ganó legítimamente el derecho de gobernar a Colombia pero no se ganó el derecho de gobernar al partido liberal»», afirmó Vives.

   El Partido Liberal ha hecho una alianza con sectores de izquierda, desde el minúsculo Partido Comunista hasta los socialdemócratas del Polo Democrático y centrales obreras, para oponerse a la reelección de Uribe.

   Las encuestas dan a el presidente Uribe un apoyo sin precedentes del 78%, al cumplir dos años en el gobierno, pero para los liberales esta puede ser una popularidad pasajera.

   «El balance social de su gobierno en su muy pobre»», dijo Vives quien confió que en los próximos dos años su popularidad decaerá mientras «la base liberal está intacta»».

   Los liberales y sus aliados de la oposición todavía tienen cartas para jugar en contra de la reelección. En el Congreso pueden aprovechar la inestabilidad de las mayorías oficialistas para frenar la reforma constitucional que ya pasó en cuatro debates y le esperan otros cuatro.

   Y una última jugada, si fracasa la anterior, es una demanda ante la Corte Constitucional argumentado que hubo vicios de procedimientos en el trámite por la reforma en el Congreso.

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