En medio de este alboroto electoral nada más agradable que propiciar un  reencuentro con el inolvidable Julio Verne, quien en nuestra adolescencia nos  transmitió, a través de sus grandiosas obras, los mejores sueños de juventud y nos  enseñó a volar a través de sus fantasías en un mundo visionario, que algunos,  después de muchos años se han convertido en gigantescos proyectos  tecnológicos, como el submarino y los cohetes a la Luna, Marte, Júpiter y hasta  las galaxias jamás soñados por la mente de los humanos, pero, ¿cómo llegó este  escenario a nuestras manos?

Fue a través del periódico El Mundo, que el  pasado mes de mayo puso en circulación en Madrid, su Biblioteca Julio Verne,  con la edición de lujo de Cinco Semanas en Globo y su siguiente entrega de Veinte  mil leguas de viaje submarino, que hemos leído y gozado como en aquellos años  juveniles, pero ahora con la tranquilidad, paciencia y experiencia que nos ha  transmitido los tantos años transcurridos de vida, con los cuales nos sentimos  realizados.

Después del mes de mayo pasado, la Biblioteca Julio Verne de El Mundo, cada  semana ha entregado a sus lectores un volumen ilustrado y lujosamente  encuadernado de los viajes extraordinarios del ilustre escritor, nacido en el año  1828, en la isla de Feydeaux, en el puerto francés de Nantes.

En 1863, Pierre Jules Hertzel, el editor más importante de la época, fue quien  editó Cinco Semanas en Globo, que fue acogida con inusitado entusiasmo y  después surgieron sus más de sesenta novelas y obras de series históricas, que  fueron reunidas en una fantástica colección titulada Viajes Extraordinarios. Basta  con recordar que Julio Verne, predijo con asombrosa exactitud muchos de los  logros científicos del pasado siglo XX, recuerden: De La Tierra a La Luna, Viajes  alrededor de La Luna, entre otras de sus agradables y deliciosas obras.

“El acierto de Verne fue la perfecta conjunción de elementos fantásticos con  otros estrictamente científicos», cuyo resultado es un nuevo género literario,  que después de más de un siglo son irresistibles. Volveremos sobre este tema  en la próxima entrega.