Tras conocerse detalles del programa de reestructuración anunciado por Ford, el segundo fabricante estadounidense de automóviles y tercero en el mundo, los expertos de Wall Street tuvieron expresiones de apoyo y confianza al riguroso plan que incluye una drástica reducción de los costos, con cierre de plantas y recorte de nómina laboral.

Según el programa de reestructuración de la marca del ovalo que se hará hasta el 2012, la compañía cerrará 14 fabricas en EEUU y reducirá entre un 20% y un 25% de su plantilla laboral, equivalente a 25.000 / 30.000 de los aproximadamente 87.000 trabajadores que aún tiene en EEUU, y un total de 300.000 en todo el mundo.

Divulgado el plan, las acciones de Ford registraron un alza del 5,6% hasta los 8,34 dólares, gracias también a los beneficios de 124 millones de dólares registrados en el último trimestre, más alto de lo esperado.

«Haremos dolorosos sacrificios para proteger la herencia de esta empresa y asegurar nuestro futuro», declaró en Dearborn (Michigan) Bill Ford, bisnieto del legendario fundador de la compañía, Henry Ford, y actual Presidente y Director Ejecutivo de la empresa.

 Ford logró cerrar el año con un beneficio de 2,000 millones de dólares, principalmente por la exitosa gestión de Ford Credit, su financiera. Las pérdidas por la caída en las ventas de vehículos se estiman en unos 1,600 millones de dólares. En Estados Unidos las marcas americanas bajaron el 2% sus colocaciones, mientras que las asiáticas las aumentaron 7%.

En conjunto, los ingentes números rojos de la división automovilística norteamericana arrastraron el beneficio total de la empresa en el 2005, que fue un 42% menor que en el 2004, cuando ascendió a 3,590 millones de dólares.