Referencias ante un futuro que ya es presente

Referencias ante un futuro que ya es presente

A contrapelo de diversas expresiones de la oposición política, los números de las encuestas sobre las elecciones de mayo son tozudos en indicar que son en extremo remotas las posibilidades de la oposición de evitar otra debacle electoral con esta y con los resultados de las recién pasadas elecciones municipales, su incidencia en el sistema político se reduce significativamente. Esa circunstancia plantea la urgencia de que desde el poder y fuera de este, se den las respuestas que demandan grandes temas nacionales y serios desafíos que la época le plantea al país. Pero esto dependerá de las referencias políticas que asuman los actores que darían esas respuestas.

El contexto internacional está signado por la persistencia de factores de riesgo presentes y futuros. Entre otros, el calentamiento global que tiene un fuerte impacto sobre la producción agrícola, desregulación del espacio construido, frágiles y fragmentados asentamientos humanos en el territorio y afectación a los recursos naturales. Igualmente, los actuales y potenciales conflictos bélicos, un desarrollo de las fuerzas productivas tendencialmente en conflicto con la naturaleza, auge de los problemas sociales generados por procesos migratorios de difícil control; el activismo religioso en la esfera de la política y de las fuerzas conservadoras que se oponen a derechos humanos universales de sus tres fases.

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Salvo algunas zonas ricas de Europa, la tendencia es hacia la acentuación del deterioro de la calidad y acceso a los servicios de salud, vivienda, educación, la seguridad social, la inserción laboral de la fuerza productiva edad de trabajar iniciada por el sistema capitalista en los años 80, que produce ofensivas desigualdades sociales e inseguridad en todas las edades, sobre todo de la juventud y los envejecientes

Esto plantea dos cosas, en primer lugar, el PRM debe definir su referencia ideológica y su posición ante cuestiones básicas: el carácter laico del Estado, opción de clases, políticas sociales, salvaguarda de derechos económicos, sociales, laborales etc., y frente a impostergables reformas políticas. En segundo lugar, que diversos sectores claves del espectro político/social progresista entiendan que el momento es propicio para crear una coyuntura de conquistas mínimas, junto a sectores progresistas del referido partido, que saben que están ante su última oportunidad de contribuir efectivamente a la ampliación con contenido social las experiencias de transparencia y práctica anticorrupción que en sus respectivas responsabilidades impulsan. Ningún sector, ningún partido, aunque obtenga más del 60% de los votos en las próximas elecciones, por sí solo puede realizar los cambios del calado que requiere la época.