WASHINGTON (AFP).— La industria petrolera de Estados Unidos, todavía tambaleándose por el azote del huracán Katrina, parece haber escapado a los peores daños que se temía que provocarían los furiosos vientos del huracán Rita que golpeó el sábado con fuerza la costa sur de Estados Unidos.

Las compañías petroleras informaron que serían necesarios varios días para evaluar el impacto total de Rita, pero expresaron una discreta esperanza de que las refinerías de las costas de Texas y Luisiana hayan salido relativamente indemnes. En vista de las primeras estimaciones, “el daño de Rita es mucho, mucho menos importante que el causado por Katrina”, dijo Robert Hartwig.

Hartwig es jefe economista del Instituto de Información de Seguros (III, por su sigla en inglés).

Por su parte el grupo de previsiones de riesgos AIR Worldwide calculó entre US$2,500 y US$5,000 millones los costos ocasionados por Rita a las compañías aseguradoras, bastante menos que los US$17,000 millones a US$25,000 millones en pérdidas causadas por el huracán Katrina.

“Además de ser una tormenta más pequeña y menos intensa, los vientos más fuertes de Rita impactaron una zona que tiene mucho menos propiedades aseguradas que (la que impactó) Katrina”, aseguró el vicepresidente de AIR Worldwide, Jayanta Guin.

“Por fortuna, las grandes zonas comerciales e industriales de Port Arthur y Beaumont (ambas en Texas) -con numerosas refinerías- estuvieron a la izquierda del paso de la tormenta, donde las velocidades de los vientos son menores. Por eso creemos que no habrá daños estructurales significativos en las refinerías”, agregó Guin.

Sin embargo, Rita revivió miedos de que, en la antesala del invierno boreal, aumenten los precios de la gasolina y la calefacción, mientras la industria petrolera todavía lucha para recuperarse del tremendo impacto de Katrina.

Cuatro refinerías en la costa estadounidense del Golfo de México dejaron de operar luego de que Katrina devastara la región el 29 de agosto pasado. Y, según indicó el gobierno el viernes, Rita obligó a 16 refinerías a suspender preventivamente sus actividades.

La producción de petróleo y gas natural en el Golfo estaba apenas repuntando luego del paso de Katrina. Cuando la producción funciona a toda marcha, la región provee un tercio de la producción estadounidense de crudo.

El sábado, luego de la evacuación de 745 plataformas petroleras en los días previos a la embestida de Rita sobre la costa estadounidense, en el Golfo se había suspendido el total de la producción de crudo y el 75% de la producción de gas natural.

Incluso en los buenos tiempos, las refinerías norteamericanas deben hacer un esfuerzo para suplir la fuerte demanda de Estados Unidos, el mayor consumidor de petróleo del mundo.

Luego de Katrina, los precios medios de la gasolina estadounidense aumentaron a más de tres dólares por galón (3.78 litros). En los días previos a Rita, los precios de la gasolina llegaron a cuatro dólares por galón.

Los analistas afirman que la sucesión de monstruosas tormentas mantendrá en alza los precios de una gran cantidad de productos derivados del petróleo, como la gasolina, el gas para calefacción y otros petroquímicos, como el plástico.

“Ese alto precio se trasladará a precios más altos (de la calefacción). Es ineludible”, declaró Harry Qarls, gerente general del grupo de energía global en Dallas Booz Allen Hamilton.

De cualquier modo, Rita podría haber significado un golpe mucho más fuerte para la industria petrolera si hubiera golpeado la zona de refinerías y plantas petroquímicas que se despliegan en los alrededores de Houston y Galveston, donde tocó tierra en la mañana del sábado.

Dentro de unos días, la mayoría, si no todas, las refinerías de Texas y el oeste de Luisiana reiniciarán sus operaciones.