Reflexión

Reflexión

Hemos vivido una agitada y muy peculiar campaña política en estos últimos meses. De seguro sus peculiaridades se mantendrán como anécdotas y chistes en nuestras mentes por mucho tiempo, pero aún cuando sea así no debemos perder de vista que en cada proceso electoral nos jugamos el futuro de todos y de cada uno en particular.

No solo votaremos por cuatro años de un gobierno. Debemos tener en cuenta lo que la experiencia nos enseñó acerca de que lo bueno y lo malo que hacen los gobiernos. Los efectos de sus acciones perduran mucho más allá de su período constitucional.

Los dominicanos deberemos hacer, por tanto, un alto en esta semana, la última antes de votar el próximo domingo, para reflexionar sobre todo cuando ha pasado y se ha dicho en esta campaña electoral.

Esta reflexión se debe orientar a que las decisiones de los votantes se conduzcan de la manera más correcta posible, de acuerdo con sus convicciones.

Muy bien hizo, en el pasado fin de semana, el cardenal Nicolás de Jesús López Rodríguez al sugerir a los dominicanos que dediquen esta semana a la oración para pedir por la paz y la concordia, y reflexionar sobre el voto.

Es probable que las presiones de la publicidad y las manifestaciones dejen poco espacio para la reflexión. La campaña política en esta semana de cierres para los partidos políticos resultará estresante. Manifestaciones sucesivas, desde el martes hasta el viernes, significarán un período de gran actividad para los militantes y entusiastas seguidores de los partidos. Ojalá tengan tiempo para el recogimiento.

Los dirigentes políticos y los candidatos deberían también reflexionar para que en estos días que faltan se evite el gran riesgo que todos estos barullos finales representan para la población.

La reflexión, por tanto, es lo fundamental en estos días. Cuanto podamos decidir en esta semana debe encaminarse sobre la idea de que el país deberá volver a la normalidad lo antes posible.

[b]Prudencia[/b]

La Cámara de Diputados tiene en sus manos el proyecto de Ley Sectorial sobre Áreas Protegidas, con cuya última modificación reduciría a la mitad las zonas naturales que existen.

Los diputados, todavía, están en el proceso de revisar las reformas que hizo el Senado al proyecto que le había sometido el poder Ejecutivo. Mañana, probablemente, tomarán una decisión definitiva.

La Iglesia Católica ha pedido que se posponga la decisión para después de las elecciones. Esto parece correcto, para evitar que una decisión tan importante se contamine.

Si bien es cierto que hay áreas protegidas que deben ser revisadas, ese debe ser un proceso cuidadoso. Ya en el pasado el presidente Leonel Fernández lo intentó hacer por decreto, pero debió suspender la aplicación porque contravenía la ley de Parques Nacionales vigente a la fecha.

Con la promulgación de la Ley 64-00 sobre Medio Ambiente y Recursos Naturales se ordenó revisar el sistema de áreas protegidas y someter un proyecto de ley para modificarlas.

Ahora se evidencia que con este proyecto legislativo una confrontación entre la propuesta del poder Ejecutivo y lo que está ocurriendo en el Congreso. Las áreas naturales bajo protección son un tesoro nacional y sobre este criterio debemos actuar.

Además, es bueno tomar en cuenta que estos tiempos no son convenientes las confrontaciones entre poderes del Estado. Esta es una situación que reclama prudencia, mucha prudencia. Eso recomendamos a los legisladores.

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