Reflexionando

Reflexionando

Continuando con la filosofía del señor Julio Camba: Un héroe, por lo demás, o no es nunca nada o es siempre un cobarde que se denomina a sí mismo. Así como hay miedo insuperable, hay también heroísmo insuperable. El heroísmo insuperable es una cosa muy parecida al miedo, mientras que el verdadero heroísmo es miedo superado. En cuanto a los héroes sin miedo, si no tienen miedo, ¿cómo pueden ser héroes? ¿Qué heroísmo puede haber en afrontar peligros que se ignoran o en dominar sensaciones que no se experimentan?

Y siendo el miedo la madera en que se tallan los héroes, ¿no comprende el señor Morrison que si una nación tan poderosa como Inglaterra no se amedrenta a sí misma con la amenaza de terribles castigos, es muy difícil que ningún enemigo logre amedrentarla nunca?

Las calles retemblaban constantemente al paso de otros ejércitos formidables (Alemania), que estaban destinados a ganar todas las batallas y a perder la guerra.

No comprendo muy bien la ventaja que en las guerras modernas pueda obtener ningún Ejército al hacerlo tanto o cuantos prisioneros al enemigo. Evidentemente cada prisionero es un soldado que deja de combatir, pero, al quitarle las armas, sus vencedores adquieren el compromiso ineludible de alimentarlo y, en una guerra total, nunca se sabe cómo ni de qué manera puede un beligerante causarle más daño al otro: si disparándole tiros o consumiéndole patatas.

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