En este nuevo mundo light se quiere reconstruir un nuevo ciudadano, que tenga nuevos hábitos de vida y de consumo, por eso se auspicia una vida sin valores, comidas sin calorías,postres sin azúcar, chicharrones sin grasa, lecturas sin aprendizaje, bebidas sin alcohol, derechos sin deberes, café sin cafeína, y claro también, política sin políticos.
Se lucha contra todo lo tradicional y los nuevos paradigmas, solo buscan que todo sea diferente sin sentarnos a pensar que muchas de las cosas del pasado pudieron ser mejores, esta nueva generación idiotizada por una tecnología deshumanizada que nos hace encerrados en nuestros propios mundos, en donde nuestras prioridades egoístas nos separan hasta de nuestras propias familias.
En esa búsqueda incesante de todo lo diferente, se aspira a estructurar una sociedad libre de los partidos políticos, organizaciones responsables, al pensar de muchos de todos los males de la República, creo que en parte los que así piensan tienen razón, solo que ¿por quién los cambiaríamos?¿por representantes de la sociedad civil?, que casi siempre son de élite, que no representan a ningún sector específico de la población ni establecen vínculos reales con los electores, ¿o lo cambiamos por los gremios empresariales?, esos mismos que sin mea culpa alguna de manera agiotista y desconsiderada le suben indiscriminadamente los artículos de primera necesidad al pueblo.
¿A quién le entregamos la dirección política del país?¿a los oportunistas o lobbistas?, que solo aprovechan la ocasión o el momento para que en alevosa acechanza asaltar los cargos públicos y de los dineros de los contribuyentes en pingües negocios que hacen con los gobiernos.
A los políticos se nos acusa de todo, y en una campaña feroz las bocinas, la opacidad civil quieren sindicar a los cuadros políticos como beneficiarios de las fortunas de la corrupción, pero que bueno se hable de corrupción, porque aquí en las dos operaciones que se han realizado “antipulpo” y “coral” hay de todo menos un verdadero dirigente político, ¡¡¡porque hasta supuestos pastores hay!!!
Los auténticos políticos son los dirigentes de los partidos políticos, no enganchados que se enrolan en la actividad solo para conseguir cargos, pero que nunca han hecho vida orgánica en los partidos, les demostraré que la verdadera clase política está afuera de los espacios de participación real del poder, en este decálogo del oportunismo, veamos los beneficiarios de los gobiernos y de los puestos electivos:
- La dirigencia partidaria es la que opera una organización política, la que se sacrifica, la que invierte lo poco que tiene, la que le dedica años, la que arma las estructuras electorales, la que participa en cientos de reuniones, la que coordina las actividades, la que ordena hasta el pegado de afiches, y sobre todo la que se mantiene incólume apoyando bajo viento y marea a sus candidatos y siglas, desde hace tiempo más del 70% de éstos en los últimos tiempos solo huelen donde otros guisan;
- ¿Quiénes asumen los peligros, los que se enfrentan a los adversarios, los que se activan diariamente, los que representan a los partidos en las mesas electorales y los que coordinan los recintos para garantizar el voto de la ciudadanía en favor de su partido y sus candidatos?¿son los empresarios, la sociedad civil o los popis, cuyos padres no les permiten que sus hijos se jueguen la vida por política, porque está claro que los muertos de campaña no los paga nadie?;
- Cuando llegan los gobiernos, y me tocó recogerlos -en el 1982 para cuando ganamos con Salvador- los benditos “curriculum”, que es la forma más elegantemente aviesa de decirle, después que usted lo dio todo por su partido o por el candidato, a usted le dice “que no califica para el puesto”, descartado después que usted dejó su trabajo ahí para que lo disfrute el que poco hizo o como en muchos casos el que no hizo nada “pero que sí califica”. Este es el mecanismo más sinuoso para desconocer el valor al esfuerzo ajeno;
- Los políticos de oficio en los últimos años hemos perdido espacios ante el avance arrollador del oportunismo, las agrupaciones sociales y el popismo, los gobiernos entregados al populismo digital para evitar críticas, prefieren a los de los sectores antes mencionados que a los dirigentes partidarios, por eso estos inorgánicos ciudadanos se han ido adueñando de los cargos gubernamentales y también de las Altas Cortes, que se persigné el que consiga un decreto de importancia siendo de oficio, cuadro político;
- Pero en este proceso involutivo también las candidaturas se la llevan los no políticos, la primera razón, no tienen recursos para financiar la campaña ni para comprar la buena voluntad de sus propios compañeros de partido en las primarias, que venden en su mayoría su apoyo al mejor postor, tonto todavía es aquel dirigente que creyéndose un líder va a competir con don dinero en un proceso interno, porque verá como paulatinamente sus amigos lo irán abandonando para estar donde hay grasa o logística, como en términos electorales se lesllama a los recursos económicos;
- Pero la dirigencia política está afuera también de los negocios gubernamentales, porque no son proveedores ni contratistas del Estado, eso es privativo de empresarios, lobbistas y constructores, los dueños de la fortunas de la corrupción, es muy difícil ver que le asigne para su particular beneficio una jugosa contrata o una millonaria orden de compras, los anónimos oportunistas son los propietarios de las grandes transacciones gubernamentales, ¡¡¡no lo duden!!!
- ¿Los empleos de calidad son de los cuadros políticos?, nada más incierto, hoy compiten con todos los sectores antes mencionados, pero también con los de confianza del incumbente, los familiares, los amigos, los compadres, y nunca pueden faltar las amantes, que son las que se llevan casi siempre los mejores cargos de la institución,¡¡¡cómo competir con ellas!!!
- Somos los políticos de oficio “los incómodos adornos que nadie sabe dónde poner”, hasta que se inventan un cargo o puesto sin función alguna, casi siempre sin oficina y muy probablemente sin vehículo, porque los incumbentes no lo quieren en las instituciones y los convierten en botellas, con tal de tenerlos lejos de donde se toman decisiones;
- Las autoridades de los partidos y los coordinadores de campaña locales ven en los últimos tiempos cómo se les irrespeta su autoridad y su trabajo, sea porque los representantes de los organismos oficiales “tienen que tener determinado perfil” o ahora la famosa cuota femenina, que las más de las veces se la terminan dando a las hermanas y esposas de los dirigentes, porque en muchos casos no se tienen las compañeras con el nivel ni el mérito necesario, frente a muchos compañeros que se ganaron a sudor y esfuerzo su posición;
- Cuando un cuadro político comete un desliz le pasan “la mocha de inmediato”, cuando es un sangre azul “a ese no”, los serios son los de la sociedad y los empresarios, los ladrones son los políticos, lo grande es que quien tiene más capacidad, relaciones e intenciones de llevarse lo ajeno es quien no tiene compromiso alguno con nadie, a lo sumo con su propio sector o bolsillo.
La política sin políticos es ya una realidad, que va creciendo galopante en todo el país, trabajan los cuadros políticos para que otros tengan los cargos, las candidaturas y los negocios también, pero a los que se le acusa diaria y permanentemente es a la clase política, que no somos “una monjita de la caridad”, pero no somos los dueños de las inmensas fortunas que se ha llevado la corrupción en el país.
Harán mil operaciones anticorrupción, ¡y, qué bueno que así sea! para que cada quien sea responsables por sus hechos, apoyamos la cruzada moralizadora del presidente Abinader, pero mientras más se abra la caja de pandora de la corrupción, veremos a muchos que sin vínculos reales con los partidos son los grandes beneficiarios del Estado.
Lo peor es que los políticos seguiremos siendo tontos útiles de los que tienen el dominio económico, y no seremos capaces de defender con gallardía lo que mucho no ha costado ni siquiera nuestra honra, porque han hecho creer a la población que nosotros somos los corruptos, y los demás mansos corderos, la clase política tendrá que despertar, y con ello los 28 partidos reconocidos con que contamos, sino se hará más realidad “la política sin políticos”.
Termino con una frase del novelista, Paulo Coelho: “La peor parte de una sociedad manipulada por política, es ver a pobres defendiendo a ricos culpables de su pobreza”.