Cada día, me levanto envuelto en el manto de la incertidumbre y el hastío. Esto así, debido a que la prensa escrita, radial y televisiva (PERT), solo presenta escenarios de especulación, denuncia y conclusiones que dan mucho que pensar.

Este “alimento” matutino, meridiano, vespertino y nocturno, se ha convertido en una adicción tremenda, debido a que los eventos en desarrollo y por venir, presentados en la PERT, concitan la indignación de todos nosotros.

Es más, diría Yo, nos incitan a “añoñar” pensamientos fugaces y vindicativos, dentro de un marco de indefensión ciudadana.

Dentro de este contexto, podemos expresar que el dominicano común está siendo sujeto de una exposición saturante, que desborda su discernimiento y lo coloca al borde de la desesperación y el desconsuelo.

Este ciudadano común no tiene las herramientas para aplicar un buen discernimiento al cúmulo de información que recibe. Sin embargo, sí expresa sus pesares en las PERT y las redes sociales.

Estas expresiones motivan a nuestros ciudadanos pensantes a configurar esquemas de enfrentamiento, que desafortunadamente, no pasaran de ser “deseos deseados” (wishfull thinking, en inglés). De ahí que pretendo presentar la reflexión siguiente:

Desde el inicio de nuestra realidad política, como un Estado republicano y soberano, las asonadas tremendistas se han suscitado como eventos efímeros, pero mortificantes. El Poder, como tal, siempre será objeto de cuestionamientos e increpancias convulsivas.

La sociedad, silente o no, acoge con aprehensión estos llamados debido a que no existen las estructuras de relevo que puedan garantizar un proceso de transición armónica y funcional. Los ciudadanos comunes rehúyen a estas intentonas y hasta las aborrecen.

En el accionar político actual, resulta ser muy peregrino e insustancial exigir la renuncia del ciudadano Presidente, Danilo Medina Sánchez. Todo proceso de gobernabilidad debe agotar todas sus etapas para poder legitimarlo o no; interrumpir este proceso solo lleva al caos y a revivir odios ancestrales, que todavía no hemos superado.

Además, si de corrupción se trata, tenemos muchas plataformas de dónde despegar, para establecer responsabilidades y correctivos. A guisa de ejemplo, solo citaré el enclave de corrupción que impera en nuestra frontera con nuestro “país vecino”.

La extensión, morfología y penetrabilidad de nuestra frontera ha engendrado un enclave de corruptela de magnitudes inimaginables.

Este enclave se nutre de las falencias y carencias de nuestra frágil institucionalidad, al punto de que su existencia es de carácter virtual y se ha convertido en caldo de cebación desproporcionada, por parte de organismos internacionales y de gobiernos irresponsables, que “le quieren tirar el muerto” a nuestra nación.

Dentro de este accionar, se dan todo tipo de “transacciones estructuradas”, dignas de una competencia sin igual, con el caso de Odebrecht y otras indelicadezas.

Coger al ciudadano Presidente, Danilo Medina, como mascarón de proa, resulta ser un hito momentáneo y simpático para el pensar popular. Sin embargo, el ariete de la sed de justicia debe de ser reorientado también hacia ese enclave de corruptela que es la frontera dominico-haitiana.

Niveles de Sostenibilidad Fiscal

Inspirado por un análisis, presentado por el prestigioso periodista e investigador Juan Bolívar Diaz, en su artículointitulado:¨RUMBO A LA INSOSTENIBILIDAD FISCAL, CON 10 DOLARES PRESTADOS POR DIA¨, publicado por el Periódico HOY, en su edición dominical, decidí re editarlo, en un formato más tabulado, para el beneficio de mis queridos lectores.

Según el Ministerio de Hacienda, al 31 de marzo del año en curso, el balance de la deuda del Sector Público no Financiero totalizó casi US$29,000,000,000.00 un 37.2% del producto interno bruto (PIB), de los cuales:

1- El 70% corresponde a Deuda Externa(US$20,300,000,000.00)
2- El 30% corresponde a la Deuda Interna(US$9,000,000,000.00)

Sin embargo, si agregamos la deuda perenne que tiene el Gobierno con el Banco Central (US$9053,000,000.00), ¨estructurada¨ para tratar atenuar las fluctuaciones de la tasa de cambio, a través de la subasta de títulos, esta deuda del Sector Publico no Financiero, se encarama a loscasi US$38,000,000,000.00 representando casi el 54% del Producto Interno Bruto.

Obviamente, se necesitan ingresos y esquemas de gastos para saber de dónde saldrá el dinero para afrontar esta deuda. Veamos:

La Tabla No.1 nos da una radiografía de la aleatoriedad del perfil de los ingresos del Estado Dominicano, donde los Ingresos NO Tributarios, representan casi el 100% de los ingresos totales del mismo. Esta situación impone undesbalancefinanciero insostenible debido a que el componente principal, de estos Ingresos NO Tributarios, proviene del endeudamiento interno y externo del Gobierno, que ya ronda por el 54% del producto Interno Bruto. Esta disparidad se hace más evidente en los años electorales(En color AZUL).

La Tabla No. 2 refleja Pasemos como se ha comportado el Gasto Total del Gobierno Dominicano.

Los balances de esta tabla reflejan el mismo comportamiento de insostenibilidad financiera al resaltar la desproporción existente entre el Gasto Corriente y el Gasto de Capital.

El primero excede en casi el triple del ultimo, dejando entrever una nómina hipertrofiada y renglones no productivos cargados al Erario Nacional.

De nuevo, podemos apreciar los incrementos en los años electorales (En color AZUL).

La Tabla No.3, nos presenta, finalmente, el balance desastroso de la insostenibilidad fiscal.

De nuevo, la actividad proselitista, en los años electorales, genera déficits enormes, a partir del año 2004. Esta tendencia solo se interrumpe, de manera efímera, en el año 2007.

Partiendo del análisis anterior, y compartiendo las revelaciones recientes de varios economistas de profesión, podemos inferir lo siguiente:

1-La gravedad de la situación de insostenibilidad fiscal se reflejará en que para este año 2017, la deuda del Gobierno Central más la del Banco Central, llegará a niveles de casi un 60% del Producto Interno Bruto. Los intereses de esta deuda significaran más del 7% del PIB.

2-Lo anterior se agrava más al descubrir que por encima del 25% de esta deuda, se pagara con nuevos endeudamientos.

3-Del total de los Ingresos Tributarios, más del 30% se dedicarán a solventar los pagos de Capital e Intereses de la deuda Publica Consolidada.

4-La Insostenibilidad Fiscal obligara al Gobierno Dominicano, a realizar ajustes en su estructura de gasto, so pena de caer en la insolvencia presupuestaria por el nivel de la deuda y el dispendio no productivo.

5-Estos ajustes incidirán grandemente en la calidad de vida de los ciudadanos, en los quintiles 1,2,3, de la clasificación de los hogares dominicanos, estructurada por el Banco Central de la RD. En otras palabras, que afectara el 75% de los hogares dominicanos.

En resumen: La Insostenibilidad Fiscal no solo arrastrara a lo que le queda al PLD de gobierno, sino también al que surja en el 2020.