LUIS GONZÁLEZ
Nuestra Constitución, desde el 6 de noviembre de 1844 hasta el 25 de julio de 2002, ha sido objeto de transformaciones interesadas o sea para satisfacer a uno que otro caudillo en sus intereses personales o en el mejor de los casos para «salvar una situación de emergencia nacional», pero nunca ha sido reformada tras un estudio profundo de la nación dominicana, del pueblo dominicano, sus costumbres, su historia, sus tradiciones, su situación geográfica, clima y hasta la psicología de la población, como debe ser.

Necesitamos una Constitución que recoja los aspectos fundamentales de la organización política, social, económica y cultural de nuestro país, adecuada a los cambios que se han suscitado, una Constitución que no tenga que ser reformada a cada instante, a la que, si es necesario se le haga enmiendas como sucede con la Constitución de Philadelphia del 17 de septiembre de 1787.

El doctor Luis Gómez, ha dirigido en los últimos años un proyecto desde la UASD, de análisis y de estudio que incluye consultas a nivel nacional, para presentarle al país un proyecto de reforma constitucional, por ahí podemos comenzar.

Nuestras propuestas puntuales, que entendemos deben incorporarse a la nueva Constitución que demanda la República Dominicana son: volver al sistema de votación mayoría simple o sea eliminar lo de la segunda vuelta, las elecciones deben llevarse a cabo todas juntas el 16 de julio cada 4 años, reelección presidencial para un único período consecutivo, insertar la figura del referéndum y el plebiscito, así como la revocación de mandato a la mitad, reforma del artículo 55 que limite los poderes absolutistas del presidente, convertir el Consejo Nacional de la Magistratura en un organismo ampliado y más democrático que se instituya para escoger a los miembros de la JCE, la Cámara de Cuentas y los del Ministerio Público. ¿Por qué el 16 de julio?

Porque esa es una fecha verdaderamente importante para el país, en esa fecha se inicia el proceso de nuestra independencia con la Trinitaria, en cambio el 16 de mayo no significa nada, además logramos reducir la eterna transición de 3 meses a un mes. Proponemos que los que resulten electos en el 2006 duren en sus cargos sólo hasta el 2008 y que el 16 de julio de ese año hay elecciones generales para escoger a presidente y vicepresidente, senadores y diputados, síndicos y regidores.